Visión

/Tag:Visión

Tu brújula interior: propósito, visión y valores

En 2007, después de mi formación en coaching, dediqué una mañana a escribir mi visión personal a 10 años. En este ejercicio escribí todo aquello que quería lograr en 2017, sin límites, con una ambición total, mis metas gigantes tanto en el ámbito personal como el profesional. He dicho muchas veces en mis conferencias o entrevistas que este ejercicio ha sido una de las cosas más importantes que he hecho en mi vida. Fue un ejercicio que me ayudó a estar focalizado en lo importante durante esos diez años, a mantenerme motivado y proactivo hacia mis metas y prioridades.

Aunque algunos de aquellos objetivos y sueños no se cumplieron, otros sí los logré, e incluso conseguí cosas increíbles que no me planteaba ni siquiera en 2007, como llegar a publicar 4 libros. Lo importante, desde mi experiencia, no fue tanto si conseguí o no conseguí todas mis metas gigantes, sino si me sirvió y ayudó a dar lo mejor de mí mismo durante aquellos años. Y la respuesta definitiva es sí.

Por eso, en 2019 volví a hacer el mismo ejercicio, y escribí en un documento todo aquello que quiero lograr en mi vida en 2029, dentro de 10 años. Me puse a soñar, a reflexionar sobre mis prioridades, y una vez más evité ponerme límites. Desde que lo escribí, lo reviso cada semana, puntualmente. Simplemente lo reviso y a veces añado alguna cosa o modifico algún matiz. Leerlo cada semana atentamente, observando mis emociones al imaginarme que lo conseguiré, vuelve a ser un ejercicio esencial para mantenerme centrado, motivado y dar el máximo de mí cada día. Por eso, siempre sugiero a todos mis clientes de coaching que realicen este ejercicio, con unas pautas muy específicas para que tenga efectividad.

Pero además, hace un año revisé mi propósito personal y lo añadí en el mismo documento de mi visión personal a 10 años, propósito que puedes ver en esta página de mi web Sobre mí

Mientras que la visión personal tiene que ver con la pregunta ¿Qué logros quiero conseguir en mi vida?, el propósito se refiere a la pregunta ¿Para qué quiero conseguir esos objetivos?, es decir, ahonda en lo más profundo de nuestras necesidades y motivaciones humanas, y conecta con nuestro alma. Por eso, cuando pasamos nuestras metas por el barniz del propósito, algunas se quedan en el camino porque no están conectadas con nuestro ser más profundo. El propósito tiene que ver con el legado que queremos dejar en el mundo cuando nos marchemos, la contribución que deseamos hacer para que este mundo sea un poquito mejor. Para mí, tener claro cual es nuestro propósito vital es fundamental para vivir una vida plena y para desarrollar nuestro talento.

Y en tercer lugar, para completar el triángulo de nuestra brújula interior, es esencial hacer una reflexión profunda sobre cuales son nuestros 5 o 7 valores más importantes. Y más aún, qué valores nos gustaría tener integrados en nuestro ser para desarrollar todo nuestro potencial como seres humanos. En mi documento de la brújula interior, además de mi visión personal a 10 años con todos mis objetivos gigantes y sueños, he añadido mi propósito vital y también mis 7 valores principales (autenticidad, coraje, compromiso, salud, equilibrio, gratitud y aprendizaje). De cada valor definí, en dos o tres frases, lo que significa para mí cada valor, o dicho de otra manera, qué es lo que debo hacer para estar cumpliendo cada día con cada valor.

Leer cada semana mis 7 valores con sus conductas y actitudes asociadas, junto con la visión y el propósito, me proporciona un rumbo tremendamente claro y poderoso y un criterio para tomar mis decisiones tanto profesionales como personales. Y también me permite gestionar mi tiempo de una manera más efectiva, eliminando sin piedad tareas y actividades de mi agenda que no estén conectadas con mis valores, con mi propósito y con mi visión.

Pues aquí te dejo mi desafío: empezar a pensar, sin límites, tu visión personal, es decir cuales son tus metas a largo plazo, concretamente a 10 años. Es clave que te marques tus objetivos con este margen tan amplio porque en 10 años cualquier persona puede revolucionar su vida y lograr cualquier sueño que se marque, con la adecuada disciplina, formación y actitud. Pero no en 5 o 3 años. Este ejercicio puedes hacerlo escrito o también de manera más visual, utilizando fotos o imágenes que te inspiren.

Además de tu visión personal, te sugiero empezar a pensar en tu propósito vital. ¿Para qué has nacido? ¿Para qué quieres vivir y trabajar? ¿Qué contribución quieres hacer a este mundo?

Y en tercer lugar, plantéate tus valores, reflexionando sobre qué es lo más importante para ti, qué es lo que te mueve en tus decisiones, y también los valores que te gustaría incorporar en tu ser, definiendo claramente qué significa cada valor para ti.

Por último, revisa el documento de tu visión personal a 10 años, tu propósito y tus valores cada semana, modificando lo que creas conveniente. Es una herramienta dinámica, que va evolucionando a medida que tú mismo vas evolucionando, conociéndote más y conectando más con tu alma.

Te aseguro que es un ejercicio que, si le dedicas tiempo, reflexión y compromiso, puede transformar tu vida. Y si cuando empieces te sientes estancado y no sabes cómo definirlo, puedes solicitar una sesión de coaching conmigo para que pueda orientarte sobre los detalles más específicos de los tres elementos, que sería imposible detallar en un post.

Si quieres saber qué es el mindfulness, los beneficios que te puede aportar, aprender a practicar mindfulness e integrarlo en tu vida cotidiana, compra mi último libro «7 hábitos de mindfulness para el éxito», pinchando en el siguiente link: Comprar el libro

 

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y autor de 5 libros.

El secreto de la motivación duradera

Las dos últimas semanas he impartido un taller de automotivación para grupos de empleados de una empresa farmacéutica, y me ha obligado a refrescar y revisar las ideas, técnicas y herramientas clave para potenciar las emociones positivas en nuestra vida de forma sostenible.

Todos queremos sentirnos felices y motivados, con energía positiva y autoconfianza. Pero no es fácil, porque hay muchos elementos que impiden y bloquean nuestra motivación. Algunos ni siquiera los conocemos, así que son aún más difíciles de superar. Por ejemplo, nuestra particular visión del mundo, compuesta de nuestras creencias, ideas preconcebidas y valores, influye de manera crítica. Y normalmente no somos conscientes de cuanto nos limita.

Ante todo, la automotivación no tiene nada que ver con palabras grandilocuentes de ánimo, ni tampoco con caminar descalzos por brasas o cristales. La verdadera motivación, la que nos da fuerza y optimismo sostenible incluso en los momentos más difíciles, se obtiene de un profundo trabajo interno a lo largo de años.

El crecimiento espectacular del bambú japonés

Es como el crecimiento del bambú japonés. Se dice que cultivas la semilla, la abonas, la riegas y la cuidas, pero no crece nada en los primeros días, ni en las primeras semanas, ni en los primeros meses. Si eres un cultivador inexperto, probablemente abandones el cuidado de la semilla porque piensas que estaba mala o que no eres capaz de hacerla brotar. Sin embargo, es un error. Si continúas insistiendo en los cuidados, confiando y conociendo el ciclo de maduración del bambú japonés, comprobarás que tampoco crece nada visible en ¡¡7 años!! Desde luego, es una planta para personas muy pacientes, que apuestan por el largo plazo. Pero lo más sorprendente es que después de siete años, en tan sólo seis semanas el bambú crece hasta 30 metros de altura. Impresionante enseñanza la que nos da. El bambú no creció en sólo 6 semanas, sino en 7 años y seis semanas. ¿Por qué? Pues porque durante todos esos años la planta fue creando un complejísimo y denso sistema de raíces, que luego le permitirían crecer de forma tan espectacular en tan poco tiempo.

La motivación funciona del mismo modo. Las personas debemos apostar y confiar en un trabajo de crecimiento interno a largo plazo, de autoconocimiento constante, de reprogramar nuestra mente y nuestros pensamientos. Y muchas veces, a corto plazo, no veremos ningún resultado especial en nuestra vida y quizá tengamos la tentación de abandonar el cultivo de nuestra motivación interior. Pero debemos confiar y recordar el ciclo de maduración del bambú japonés. Algún día, de pronto, nos daremos cuenta de cuanto hemos crecido como seres humanos, cuanto hemos aprendido y evolucionado, y la gran fortaleza emocional que hemos acumulado. Pero debemos vencer a los enemigos del largo plazo: la pereza, la zona de confort, las recompensas cortoplacistas, el miedo, nuestra visión parcial del mundo.

A continuación, comparto contigo el gran secreto de la motivación duradera, a través de 5 ideas y herramientas que considero fundamentales para desarrollar la automotivación sostenible y profunda. Esto es parte de lo que he estado enseñando y trabajando en los talleres de automotivación para la empresa farmacéutica:

  1. Reprograma tus creencias e ideas limitantes. Si tienes creencias limitantes, tu estado emocional será depresivo y caerás en actitudes tóxicas como el victimismo o la queja. Puedes leer el post que escribí sobre la importancia de las creencias, que titulé Eres lo que crees. Podemos cambiar la programación mental que tenemos, producto de nuestra educación y de nuestras vivencias. ¿Cómo? Hay varias técnicas como la repetición de frases potenciadoras («Soy capaz de lograr mis objetivos…la vida es una aventura…los cambios siempre son una oportunidad para renovarse…si me equivoco, aprendo…yo puedo modificar cualquier aspecto de mi forma de ser»), en sustitución de nuestras creencias limitantes («No soy capaz…la vida es sufrimiento…todos los cambios traen algo malo…si me equivoco, es un fracaso….yo soy así y no puedo cambiar», etc.). También puedes visualizar todos los días, con los ojos cerrados y con todo detalle, tu visión personal (explico más abajo en qué consiste la visión personal).
  2. Pasa de víctima a protagonista. Deja de criticar, juzgar o compararte con los demás. Deja de echar balones fuera y asume de una vez la responsabilidad de tu vida. Tus problemas no son culpa de nadie ni de la mala suerte, sólo tú eres responsable de lo que te sucede en la vida, es decir tus decisiones, tus conductas y tus actitudes. Llegar a esta conclusión tan cruda requiere una gran madurez emocional, que pocas personas tienen. Pero es el camino inevitable para tener una motivación poderosa y duradera. Deja de pensar que todo el mundo está en contra tuya, quizá tu peor enemigo está dentro de ti.
  3. Diseña tu visión motivadora. Debes dedicar tiempo a pensar en qué quieres lograr en tu vida en el largo plazo. Haz una lista de tus objetivos personales y profesionales para dentro de 10 años. ¿Dónde quieres estar dentro de 10 años? ¿Cuales son tus sueños? Es fundamental que miremos a tantos años vista, porque en 10 años cualquier persona puede lograr cualquier objetivo, por imposible que parezca hoy. Así que coge un cuaderno, un bolígrafo y empieza a escribir, como si fuera la carta de los Reyes Magos. Permítete por un rato soñar sin límites. Si no tienes una visión, irás por el mundo perdido, desmotivado, sin rumbo. Y otros decidirán tu destino.
  4. Valora y agradece lo que tienes hoy. Diseñar tu futuro no es incompatible con disfrutar, valorar y dar las gracias por todo lo que te ha sucedido en la vida, o por todo lo que eres y tienes hoy. Si lo piensas un poco, eres una persona privilegiada por tener salud, trabajo, dinero para tus caprichos y viajes, una familia maravillosa, etc. Pero los seres humanos nos enfocamos mucho más en lo que nos falta que en valorar lo que tenemos. Practica la gratitud de las pequeñas experiencias agradables que hayas tenido cada día, y la revisión de los logros que hayas conseguido, aunque sean pequeños. Estos dos ejercicios, practicados a diario, cambiarán tu estado emocional totalmente.
  5. Sal de tu zona de confort. Si quieres mantener viva la llama de la motivación duradera, debes desafiarte y hacer cosas que te den un poquito de miedo. Eso se llama salir de la zona de confort. Yo prácticamente todas las semanas del año tengo actividades que me hacen salir de mi zona de confort. He diseñado para mí una vida que me garantiza esto cada semana, lo cual hace que sea imposible estancarme y acomodarme. La zona de confort, que tan tentadora es, nos impide evolucionar y crecer como seres humanos, y asesina nuestra motivación. Así que debemos ser proactivos y generar situaciones y retos con el fin de obligarnos a salir de la zona cómoda. Te recomiendo la estrategia de los pequeños cambios en lugar de los grandes cambios. Salir de la zona cómoda a través de pequeños cambios no sólo hace más fácil afrontar objetivos y desafíos manejando el miedo, sino que facilita la generación de hábitos sostenibles, lo que es la clave para que dichos cambios se incorporen a nuestra vida de forma totalmente automática y natural.

Para concluir, diré que debemos desarrollar la automotivación intrínseca, esta habilidad clave de la inteligencia emocional, y no esperar a que los demás o los elementos externos se ocupen de nuestra motivación. En este caso, nos convertiremos en personas débiles y dependientes, mientras que si desarrollamos recursos internos de automotivación con las recomendaciones de este post, nunca más buscaremos la motivación fuera. De forma natural, volveremos nuestra mirada hacia nuestro interior, donde están los mayores tesoros del universo. La clave es aprender a encontrar esos tesoros dentro de nosotros…

Si quieres comprar mi nuevo libro «7 hábitos de mindfulness para el éxito», pincha en el siguiente link: Comprar el libro

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y autor de 5 libros.

Cómo tomar mejores decisiones

Este verano he leído el libro «Decídete o no» de los hermanos Dan y Chip Heath. Es un magnífico libro que pone nombre a muchas estrategias positivas y efectivas que todos hemos usado de forma intuitiva cuando tomamos decisiones importantes. Pero también nos abre la mente sobre los muchos errores que cometemos cuando nos planteamos una decisión. Esto, sin duda, me parece lo más valioso del libro.

decidete

Los hermanos Heath nos hablan, por ejemplo, de la visión estrecha, uno de los principales enemigos de una buena decisión. La visión estrecha es la que proviene de nuestros patrones y creencias inconscientes, de nuestros juicios automáticos, de los recuerdos o experiencias que hemos tenido en nuestra vida pasada. Todo ello nos influye sin darnos cuenta a la hora de tomar una decisión, y en la mayoría de los casos nos condiciona gravemente. La visión estrecha nos limita porque impide una visión más panorámica y global.

Los autores lo explican muy bien de forma metafórica: es como cuando estamos en el teatro y un gran foco ilumina sólo al actor que está actuando. El resto es negro y oscuro para nosotros. No lo vemos. Pero eso no significa que no exista nada en ese espacio oscuro. La visión estrecha es creer que sólo existe lo que está siendo iluminado por el foco. Ampliar esa visión significa mover nuestro foco, para ver las zonas oscuras del escenario. O ampliar el foco para iluminar todo el escenario completo. Quizá descubramos que hay otros actores ahí esperando su momento de entrar a escena, quizá haya técnicos que están preparando en la oscuridad algún decorado.

Es interesante destacar que la visión estrecha es la que aparece cuando estamos en piloto automático, es decir, cuando hacemos las cosas sin conciencia, sin atención. Por tanto, el mindfulness, al potenciar nuestra conciencia y atención sobre nuestra conducta, pensamientos y emociones, es una herramienta poderosísima para combatir la visión estrecha, y por tanto, tomar mejores decisiones.

Un error clásico relacionado con la visión estrecha, y que todos cometemos cuando tomamos una decisión, es el plantearnos nuestras decisiones como dilemas entre A o B. Por ejemplo, ¿Debo aceptar esta oferta de trabajo o no? ¿Estudio un MBA o me apunto a clases de inglés? ¿Le digo a mi jefe que estoy enfadado con su comportamiento o no? El libro muestra estudios concienzudos donde se demuestra que la mayoría de las personas (incluso altos directivos empresariales) nos planteamos sólo 2 alternativas a la hora de tomar una decisión («sí o no», «A o B»…), cuando en realidad hay siempre más opciones que nos ayudarían a tomar la mejor decisión. Esta tendencia es la visión estrecha.

Las decisiones donde nos preguntamos «sí o no», «A o B» (es decir, sólo dos alternativas) suelen fracasar más a menudo. La clave es que no abrimos la mente para ver el bosque, además de los árboles. Una de las herramientas que proponen los autores es la de plantearnos estos dilemas con «y» en lugar de «o».

Por ejemplo, imagina que llevas trabajando en una empresa como empleado desde hace varios años, pero estás desmotivado y quieres dejar el trabajo para crear tu propio proyecto empresarial en una actividad muy distinta. Te gustaría hacerlo pero necesitas el dinero de tu trabajo actual. La pregunta clásica que nos haríamos sería: «¿Sigo trabajando aquí porque necesito el dinero o creo mi propio proyecto empresarial, que es lo que me motiva?». Fíjate que en esta pregunta te estarías planteando sólo dos opciones, que además son imposibles de compatibilizar. Hay dos necesidades esenciales (estabilidad económica y motivación) que se excluyen una a la otra, bajo el prisma de esta pregunta.

Pero ¿Y si nos planteamos la pregunta así: «¿Podría seguir trabajando en la empresa para seguir ahorrando, y al mismo tiempo ir creando mi proyecto empresarial?» Evidentemente, con esta segunda pregunta te darás cuenta de que hay más opciones que A o B, y además podrás cubrir dos necesidades esenciales al mismo tiempo, algo que te parecía imposible con el anterior planteamiento. De esta forma, saldrás del bloqueo y tomarás una decisión más fácilmente. Esta decisión, además, tendrá muchas más posibilidades de ser acertada que si nos la hubiéramos planteado con la disyuntiva del «o».

Así que cuando vayas a tomar una decisión importante, párate un momento (desconecta el piloto automático, que tiene muchísimo que ver con la visión estrecha) y plantéate dicha decisión en términos de «y» en lugar de «o». Amplía tus opciones y habrás dado un paso decisivo para que la decisión sea mucho más acertada.

¿Aún no has comprado mi último libro? Pincha en el link «El hombre que se atrevió a soñar» 20 relatos de motivación y liderazgo. si quieres comprarlo on line. También está a la venta en las librerías más importantes de España.

sobremi

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y escritor.

Las 10 causas que desmotivan a los equipos

Este año seré uno de los ponentes de Expocoaching, la Feria más importante sobre el sector del coaching que se celebra en España. Será el próximo sábado 25 de abril sobre las 12.30 h. cuando impartiré la conferencia «Coaching de equipos de alto rendimiento». Después de la conferencia, firmaré ejemplares de mi último libro «El hombre que se atrevió a soñar».
Reflexionando sobre los equipos de alto rendimiento he recopilado las 10 causas que desmotivan a los equipos, y que les impiden obtener los resultados extraordinarios que podrían llegar a lograr. Esta recopilación está basada en la experiencia directa que he vivido con equipos reales y profesionales a los que he acompañado a lo largo de los últimos 10 años, a través de coaching y otras acciones de desarrollo. Los propios equipos son los que me han transmitido qué les faltaba, qué necesitaban, qué les desmoralizaba, desesperaba o enfadaba. Repasemos las 10 causas principales:

  1. No hay una visión conocida y compartida.
  2. No se reconoce el esfuerzo, el trabajo bien hecho, los pequeños logros.
  3. No hay desarrollo profesional.
  4. No se permite opinar con libertad ni se promueve la participación en las decisiones.
  5. No hay autonomía para tomar decisiones (No se delega).
  6. No hay interés por la parte humana de los profesionales (necesidades, inquietudes, conciliación vida personal…)
  7. Falta de flexibilidad (horarios, forma de trabajar).
  8. Falta de comunicación constante de decisiones, acciones, visión, valores.
  9. Pérdida de tiempo (reuniones eternas o sin convocar, demasiados e-mails…)
  10. Personas tóxicas, conflictivas, agresivas o quejicas.

Las personas que forman los equipos necesitan un rumbo motivador hacia el que avanzar, necesitan sentir que las tareas que realizan contribuyen a algo valioso, quieren sentirse importantes y valiosos. Por tanto, cuando no se les da espacios para aportar su creatividad, para opinar, para tomar decisiones con autonomía, se desenganchan del proyecto empresarial. Cuando no ven caminos para aprender y desarrollarse como profesionales, o no se les comunican las informaciones y decisiones importantes de la empresa, dejan de comprometerse con ella y sus directivos.

La visión, misión y valores no son frases bonitas para exponer en la página web, o para cumplir con el protocolo de empresa responsable y profesional. Es mucho más. La visión y misión debe ser una herramienta fundamental, permanentemente comunicada, recordada y aterrizada en acciones y decisiones, así como los valores, que deben concretarse en conductas y actitudes específicas de los profesionales en el día a día. De lo contrario, sólo son palabras tan bonitas como superficiales.

Quizá estás en otra situación: crees que tus profesionales están motivados y contentos, y sin embargo, no es así. Quizá porque nunca te has preocupado de generar espacios donde puedan expresarse con total tranquilidad. O les has preguntado pero no dicen nada negativo, tal vez porque no hay confianza, quizá porque tienen miedo a hablar.

Si eres un responsable de un equipo, o el director general de una compañía, por favor reflexiona con honestidad y autocrítica sobre los 10 puntos, para ver en qué estás fallando tú o los directivos de tu empresa. Te pido que no culpes a la gente, no descargues la responsabilidad en tus profesionales, sino que asumas la parte de responsabilidad que tienes en esta situación, y que comiences a tomar decisiones y acciones con el fin de resolver los puntos que estén desmotivando a tus empleados. Al fin y al cabo, tú y tu empresa también estáis pagando las consecuencias ¿No?

Si te interesa seguir profundizando en los equipos de alto rendimiento, ven a mi conferencia en Expocoaching, donde compartiré más claves y herramientas para potenciar la productividad de los equipos, para aumentar su motivación y sus capacidades, con el fin de alcanzar resultados extraordinarios. Si te interesa el desarrollo personal y profesional, no te puedes perder Expocoaching! Anímate y compra tu entrada. Te espero!

¿Aún no has comprado mi último libro? Pincha en el link  «El hombre que se atrevió a soñar» 20 relatos de motivación y liderazgo. si quieres comprarlo on line. También está a la venta en las librerías más importantes de España.

sobremi

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y escritor.