Reinventarte profesionalmente: tú puedes

¿Te gustaría dedicarte profesionalmente a algo diferente de lo que haces ahora? ¿Qué necesitas para realizar la transición con éxito? ¿Quieres cambiar de profesión, empezar de cero en una nueva actividad? ¿Qué es lo que ha motivado tu deseo de cambio? ¿Has renunciado a dar el salto por miedo a fracasar, por pánico a decepcionar las expectativas de tus seres queridos?

Hace ya 19 años que me reinventé profesionalmente como coach profesional, después de dedicar los 15 años anteriores a mi trabajo como publicista en distintas agencias de publicidad. Además, di un salto al vacío porque el coaching era una profesión desconocida y con apenas profesionales en España. Y sin duda ha sido un viaje apasionante no exento de dificultades, miedos e incertidumbre. Pero ha sido una de las decisiones más importantes y acertadas de mi vida.

Hay varios motivos por los que muchas personas quieren reinventarse. Lo más habitual, que es lo que me sucedió a mí, es entrar en una crisis profesional de sentido. Una crisis de sentido significa que tu trabajo tenía sentido y por tanto te motivaba hace quizá 8 o 10 años, pero las cosas han cambiado y ya no te motiva. O mejor dicho, tú has cambiado. Has evolucionado, has vivido experiencias diversas, y han cambiado tus valores y prioridades. Tu trabajo ya no satisface tus necesidades y valores fundamentales. Es hora de plantearse un cambio.

Otro motivo, muy vigente en estos momentos, es una cambio o disrupción tecnológica que te obliga a reciclarte porque de lo contrario perderás tu empleo. Los seres humanos a menudo nos dormimos en los laureles y no queremos ver lo evidente. Cambios tecnológicos que afectan a nuestro valor profesional y que suponen un gran esfuerzo por ponernos al día. Es lo que hoy se llama Reskilling (formarse para actualizar nuestros conocimientos sobre nuestro trabajo o profesión) y Upskilling (formarnos para subir nuestro nivel de expertise y poder ambicionar puestos de trabajo más demandados y mejor pagados).

Por tanto, podemos decir que la primera razón obedece a un tema emocional, es decir, tiene que ver con recuperar la ilusión y la pasión por una actividad profesional a la que vemos un sentido. Y la segunda razón es puramente una razón de supervivencia, es decir si no te reciclas y no te actualizas, vas a tener problemas importantes tarde o temprano. Por supuesto, ambos motivos son muy relevantes, pero sin duda la ilusión y el noble deseo de contribución son aspectos claramente más aspiracionales que la supervivencia. Yo apuesto por esta vía para todo el mundo porque dedicamos media vida a nuestro trabajo. Es una auténtica tragedia que no nos motive ni le encontremos un propósito, porque sólo tenemos una vida.

Si te estás planteando un cambio profesional que tenga esta implicación emocional, comparto contigo a continuación algunas lecciones que me han resultado útiles en mi propia reinvención profesional, por si te ayudan a lanzarte a la piscina y transformar tu vida de arriba a abajo:

Define tu visión. La visión es el objetivo profesional ilusionante y motivador que quieres alcanzar en un medio o largo plazo. Tu visión puede ser convertirte en un prestigioso cardiólogo, o en un músico profesional, o un emprendedor de éxito. Al definir tu visión, tu compromiso aumenta, y también tu claridad sobre los pasos a seguir. Puedes escribir tu gran objetivo o hacer un collage visual que lo represente. Es esencial que seas muy ambicioso a la hora de definir tu visión.

Identifica qué necesitas. Una vez que hayas redactado o visualizado tu visión, hay que aterrizar y reflexionar sobre qué nuevas habilidades necesitas desarrollar, qué conocimientos o herramientas técnicas necesitas aprender, a qué formaciones específicas debes apuntarte, y qué o quién te puede ayudar para lograr tu objetivo.

Pregunta a los que ya lo han logrado. Si conoces a alguien en tu red de contactos que ya haya logrado lo que tú pretendes, es algo obligado reunirte con esta persona o personas y preguntarle cómo lo consiguió, qué obstáculos tuvo que superar, qué formación o conocimientos fueron valiosos en el proceso, etc.

Asegura un colchón financiero. En una transición profesional seguramente tendrás que dedicar un tiempo a formarte, a crear tu red de contactos, a realizar todas las gestiones y acciones necesarias, y puede que tengas que dejar totalmente tu actual trabajo por ser incompatible con tu proceso de reinvención. Y para poder resistir este difícil periodo, necesitas tener un colchón financiero importante que cubra todos tus gastos durante un periodo de mínimo 6 meses. Si no lo tienes, ponte a ello inmediatamente.

Utiliza el Kaizen para vencer el miedo. La metodología japonesa del kaizen me fascina porque me ha ayudado enormemente en mi reinvención profesional. El kaizen propone que hagamos pequeños cambios en lugar de grandes cambios para avanzar hacia nuestra reinvención profesional, precisamente porque los grandes cambios o decisiones nos producen miedo, generan el llamado secuestro emocional, paralizándonos y boicoteando nuestro plan. Mientras tanto, los cambios, acciones y decisiones pequeñas no activan el miedo en el cerebro. Además, nuestra corteza cerebral está a pleno rendimiento, y podemos avanzar hacia nuestra visión gestionando el cambio y la incertidumbre.

Contrata a un coach profesional. He ayudado a muchos profesionales que querían reinventarse y cambiar de trabajo o de profesión, incluso empezando desde cero. Yo mismo lo hice y aprendí muchas lecciones sorprendentes. Te aseguro que es posible para cualquier persona que se comprometa de verdad con este reto, y sienta auténtica ilusión por realizar el cambio. El coaching ayuda a focalizarte, a vencer tus miedos e inseguridades, a establecer un plan realista y al mismo tiempo ambicioso, y a aprender técnicas y estrategias como el kaizen para avanzar con éxito seguro hacia tu sueño.

Yo personalmente utilicé todas estas pautas, y algunas más, hace 19 años en mi propia transformación profesional. De publicista a coach profesional, y luego a empresario de la consultora Execoach, una nueva profesión en la que siento que contribuyo cada día a algo muy valioso, o dicho de otra manera, que tiene un gran propósito para mí.

Cualquiera puede aprovechar estos aprendizajes para aplicarlos a su reinvención. Así que no te rindas, no te conformes con un trabajo que no te motiva, que no te proporciona un sentido y en el que no aprovechas todas tus fortalezas y habilidades. Te lo mereces, todos lo merecemos.

Si todas las personas lucharan por conseguir dedicarse a lo que realmente les motiva, el mundo estaría mucho mejor de lo que está. No sólo porque las personas se sentirían felices, en lugar de frustradas y amargadas con las consecuencias que eso tiene en su entorno, sino porque estarían aportando con su trabajo algo valioso para hacer de este mundo un lugar mejor para vivir.

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