Acabo de lograr un objetivo muy ambicioso e ilusionante, largamente perseguido por mí, que es la certificación MCC (Master Certified Coach) de la International Coach Federation, el nivel máximo de certificación de coaching profesional a nivel mundial. Y sin embargo, el hecho de haberlo conseguido no ha sido lo más importante. Y dirás ¿Qué otra cosa puede ser más relevante?
Llevo defendiendo muchos años que es esencial que toda persona dedique tiempo a reflexionar sobre qué quiere lograr en la vida, para luego definir y marcarse objetivos concretos ambiciosos a largo plazo. Hacer esto nos proporciona foco y dirección, un rumbo hacia el que empujar con todas nuestras fortalezas, y un criterio para tomar todas nuestras decisiones. Sin objetivos vamos a la deriva, y lo normal es que no lleguemos a ningún lugar concreto, tanto personal como profesionalmente, lo que ocasiona falta de motivación y de significado, que a su vez genera falta de autoestima y de autoconfianza.
Por tanto, el primer punto es definir y marcarse objetivos ambiciosos a largo plazo. Te recomiendo escribirlo, ya sea en un word o en un cuaderno de papel, y revisar tus objetivos al menos una vez al mes, para mantenerte focalizado.
El siguiente paso imprescindible, y que yo mismo tomé en mi objetivo de conseguir la certificación, fue comprometerme conmigo mismo de manera incondicional a conseguirlo. Y para que sea un compromiso serio, debemos diseñar una estrategia y un plan de acción, con una fecha tope para conseguirlo. Hace año y medio me comprometí a dedicar tiempo y esfuerzo a todo lo que implicaba mi objetivo: grabar sesiones de coaching con clientes, supervisar mis sesiones con mentores para que me dieran feedback y corrigieran mis errores, conseguir grabar después de un largo proceso 2 sesiones con posibilidades de aprobar el examen, tomar la decisión de enviar dichas grabaciones para que un coach MCC examinador las evaluara y determinara si demostraba todos los indicadores de las competencias de un MCC. Y después de aprobar esta parte oral del examen, prepararme a conciencia para la segunda parte, un examen escrito de 3 horas con más de 80 casos prácticos a resolver. En definitiva, un largo camino que culminó hace dos semanas, cuando pasé el examen escrito.
Utilicé, como en todos mis objetivos ambiciosos, la metodología Kaizen, que se basa en abordar un objetivo grande y ambicioso de manera humilde y modesta, dando pequeños pasos de manera constante, con paciencia y persistencia. Si queremos metafóricamente comernos un elefante, no podemos hacerlo de una vez, necesitamos trocearlo para que sea más digerible. Diseñar una estrategia y un plan de acción basados en el kaizen es crítico para evitar bloquearnos con un objetivo demasiado enorme y ambicioso, algo demasiado habitual.
Otro de los aprendizajes que he obtenido del logro de este objetivo es que necesitamos desarrollar la humildad y la capacidad de aprendizaje. He tenido que desaprender muchas de las cosas que me han servido en mi trabajo como coach desde que inicié mi actividad profesional de coaching hace ya 18 años, y te aseguro que ha sido duro, porque de pronto me veía en un terreno incierto y desconocido, sin nada a lo que agarrarme, y eso me hizo sentir miedo. Desaprender requiere humildad para reconocer que a pesar de las miles de horas de coaching profesional aún tenía muchos aspectos que mejorar y pulir.
Desaprender y ejercitar la humildad me exigió apartar mi ego de coach experimentado para poder escuchar con mente abierta y curiosa el feedback de mis mentoras y poder avanzar. Ha sido incómodo, duro y difícil porque los seres humanos nos aferramos a lo conocido, a lo que nos ha funcionado en el pasado, y nos resistimos a cambiar. Para derribar todos estos muros, es esencial cultivar la curiosidad, una de las habilidades críticas de un coach MCC.
También este proceso demandó de mí estar dispuesto a mostrarme vulnerable. He sentido una enorme vulnerabilidad al grabar mis sesiones con mis clientes, al tener que experimentar con nuevos enfoques y nuevas preguntas poderosas que no dominaba y no sabía el efecto que provocarían. Y me he sentido vulnerable al recibir el feedback exigente y duro de mis mentoras al analizar las sesiones con ellas.
Como dice la escritora norteamericana Brené Brown en su libro «El poder de la vulnerabilidad», la vulnerabilidad no es debilidad, sino todo lo contrario. Mostrarse vulnerable en nuestra vida requiere de un enorme coraje porque es como si te desnudaras para que la gente viera realmente quien eres, con tus virtudes pero también con tus vilezas y defectos. Y eso da miedo. Por tanto, estar dispuestos a mostrar toda nuestra vulnerabilidad es parte fundamental de lograr nuestros objetivos, porque nos permite desaprender, ser autocríticos, escuchar el feedback de los demás, olvidar el ego, y aprender lo que necesitamos aprender para subir al siguiente nivel de competencia y excelencia.
Así que lo más importante de marcarse objetivos ambiciosos para nuestra vida o carrera profesional no es, paradójicamente, conseguirlos. Lo más importante es el proceso, lo que se aprende en el camino, el lastre que dejamos atrás, el nuevo autoconocimiento que incorporamos, y el desarrollo de nuevas habilidades que podremos aprovechar para nuestras próximas metas. Precisamente este es el enfoque de un coach MCC: ¿Qué hemos aprendido sobre nosotros al perseguir y conseguir este objetivo? ¿Cómo podemos aprovechar este aprendizaje para otros objetivos vitales o profesionales que nos marquemos en el futuro?
En resumen, si quieres lograr una meta ambiciosa, estos son los pasos que te recomiendo, y que me han servido a mí mismo en mi propio objetivo:
- Define y escribe tu objetivo ambicioso a largo plazo (3, 5 o 10 años) y léelo una vez al mes para mantener el foco.
- Comprométete contigo de forma incondicional a lograrlo en un plazo determinado (aunque sean 5 años)
- Diseña una estrategia y un plan de acción.
- Márcate una fecha para empezar cuando estés preparado. ¡Y empieza sin excusas!
- Utiliza el método Kaizen para avanzar de manera segura sin bloquearte.
- Mantén una actitud humilde y curiosa, y unas ganas insaciables de aprender.
- Prepárate para convivir con la incomodidad y la incertidumbre.
- Muestra tu vulnerabilidad, estando dispuesto a desaprender lo que te ha funcionado en el pasado.
- No te rindas nunca, a pesar de los reveses, y continúa trabajando en el objetivo aunque tardes años en conseguirlo. Merece la pena.
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JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y autor de 5 libros.
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