Todos necesitamos la energía para lograr afrontar con éxito nuestro día, y para lograr nuestros objetivos y sueños tanto personales como profesionales. Y de alguna forma buscamos fuentes que nos recarguen las pilas de energía. Sin embargo, por mucho que llenemos nuestro depósito de energía, si tenemos muchos escapes de energía de poco nos va a servir.
Imagina un ánfora romana, los recipientes de piedra o arcilla con el que se transportaban líquidos como vino o aceite, en varias culturas como los griegos y los romanos. Ahora imagina que en esa ánfora hay numerosos agujeritos por los que el líquido se va saliendo. Cuando llegue a su destino no habrá vino ni agua ni aceite. Esto es lo que nos ocurre a los seres humanos con nuestra energía.
Durante cada día se nos presentan retos y problemas que tenemos que resolver, y si no tenemos energía, todo se nos va a hacer un mundo, y difícilmente lograremos avanzar. Lo más probable es que nos bloqueemos, entremos en crisis, nuestra mente esté confundida y no sepamos qué rumbo tomar. Así que la gestión de nuestra energía es esencial en nuestra vida.
Cuando hablo de energía, me refiero a energía física y mental, que además están interconectadas. Porque todo aquello que me aporta energía física, como una alimentación equilibrada o dormir bien un mínimo de 7 horas diarias, influye claramente en nuestra energía mental también. Y viceversa.
¿Qué son los escapes de energía? Pues todo aquello que te está quitando energía mental o física, tanto en tu vida personal como laboral, y te impide estar al 100%. Los escapes de energía nos generan estrés y ansiedad, nos desgastan emocionalmente. Es imposible ser productivos cuando tenemos escapes de energía.
También se los denomina vampiros de energía, porque es como si te fueran chupando la sangre poco a poco hasta que nos sentimos exhaustos e incapaces de tomar ninguna decisión.
Podemos llegar a tener cientos o miles de mini-escapes de energía, y también grandes escapes. Una regla que no puedes olvidar es que no debemos subestimar los mini-escapes aunque sean muy pequeños, porque retomando la metáfora del ánfora, si tienes cientos o miles de mini-escapes, entonces la energía se estará escapando a toda velocidad. Y la otra regla es que muchos escapes de energía comienzan con la palabra “Debería…”
Te voy a poner unos cuantos ejemplos de los típicos escapes de energía que tenemos todos:
Relaciones
- Tengo que buscar una residencia para mi padre.
- Tengo llamadas o e-mails sin responder.
- Tengo un conflicto sin resolver con alguien de mi familia.
- A menudo me comparo con los demás.
- Mi jefe me hace ir a muchas reuniones y pierdo mucho tiempo.
Gestiones
- Mi coche necesita una reparación.
- Tengo aparatos que necesitan renovación.
- Tengo algún mueble u objeto en mi casa roto y viejo.
- Hay que hacer obras en mi casa.
- Tengo que hacer gestiones que me llevan mucho tiempo (ir al supermercado, al banco…)
Salud
- Tomo alimentos que no son buenos para mí.
- Hace mucho que no voy al dentista.
- Mi casa tiene muy poca luz natural.
- No duermo lo suficiente.
- Tengo un problema de salud y aún no he ido al médico.
- Tomo demasiado café.
- Bebo demasiado alcohol.
Desorden y finanzas
- Mi mesa de trabajo está llena de cosas, y tengo problemas para encontrar lo que necesito.
- Tengo guardados demasiados papeles y carpetas inútiles.
- Mis armarios de casa están desordenados.
- Gasto más de lo que gano.
- Tengo deudas financieras.
«Deberías»
- Debería hacer más ejercicio.
- Debería llamar más a mi madre.
- Debería pasar más tiempo con mis hijos.
- Debería mejorar mi inglés.
- Debería comer menos dulces.
- Debería meditar.
¿Te resuenan estos ejemplos? Como ves, es fácil subestimar el poder y el impacto que tienen en nuestra vitalidad, en nuestra capacidad para afrontar nuestros desafíos diarios y en nuestra competencia para lograr nuestras metas. Lo normal es que no los relacionemos y los veamos como tareas aisladas de distintos tipos. Sin embargo, si aprendemos a trabajarlos como un conjunto de elementos que necesitamos ir eliminando o reduciendo de manera continua y con disciplina, conseguiremos minimizar o eliminar su impacto nefasto en nuestro rendimiento y en nuestra motivación. Para ello, siempre recomiendo a mis clientes de coaching los siguientes 4 pasos cuando necesitan gestionar los vampiros de energía:
- Escribir una lista de todos tus escapes de energía, incluyendo todos los “debería”.
- Seleccionar 5 escapes y programar su eliminación en la agenda con una fecha límite.
- Volver a la lista y seleccionar otros 5 escapes, eliminarlos y así sucesivamente.
- Mantener la disciplina de los pasos 1 a 3 de forma continua y generar un hábito positivo, porque siempre emergerán nuevos escapes de energía.
Las frases que comienzan con “Debería” debemos cambiarlas por “Voy a…” o «Me comprometo a…» El motivo es que cuando hablamos de «deberías», no estamos comprometiéndonos con actuar, sino que estamos en una actitud victimista e inculpatoria, procrastinando las decisiones y acciones que necesitamos activar. Por eso, lo primero que necesitamos cambiar es nuestro lenguaje, que es una herramienta de un enorme poder. Cuando empezamos a afrontar todos nuestros «deberías» cambiando esta palabra tóxica por las fórmulas anteriores (Voy a…, me comprometo a, Quiero hacer…), nuestro estado mental y emocional empieza a cambiar, y eso nos lleva a ser proactivos y a actuar, en lugar de quedarnos lamentándonos y llorando por las esquinas patéticamente.
Probablemente, ser consciente de tus vampiros de energía, y realizar los 4 pasos que he comentado, es una de las primeras acciones que debes abordar en situaciones de estrés, bloqueo, confusión mental, cansancio físico o psicológico y bajada drástica de rendimiento. Porque como decía, aunque estés realizando actividades que te aportan energía, si no afrontas tus escapes, serás como el ánfora romana llena de agujeros por los que se está saliendo la energía, y de poco te servirán esas actividades nutritivas.
¿A qué esperas? Empieza ahora mismo a redactar tu lista de escapes de energía. Escribe todo lo que se te ocurra, aunque sean 50, 100 o 1000 escapes de energía en tu lista. Ve añadiendo a medida que se te ocurran o que vayan apareciendo, y mantén la lista actualizada a medida que vayas eliminando escapes y tachándolos de tu lista. Te aseguro que si lo haces, vas a empezar a notar que tu energía aumenta, ya sólo con empezar a hacer la lista y eliminar los dos o tres primeros vampiros de tu energía. ¡Mucho ánimo!
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JAVIER CARRIL
Coach MCC y conferenciante
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