Hace unos días leí una entrevista a Amy Chua, escritora del polémico libro “Madre Tigre, Hijos leones”. Es doctora en derecho por Harvard y catedrática en la Universidad de Yale. Es decir, no es una persona cualquiera. Me llamó la atención sus reflexiones sobre las diferencias en la educación de los hijos en Occidente y en China, además del declive de nuestra sociedad occidental.
Según Amy, en Occidente somos demasiado permisivos, damos demasiadas concesiones en la educación de los hijos, les damos de todo (es verdad) y los hijos son como unas máquinas insaciables de pedir y pedir. Nunca están satisfechos. De hecho, según Amy, los niños occidentales no son más felices que los niños chinos, aunque estos estén sometidos a una disciplina mucho más estricta. Además de no ganarles a los chinos en economía, ahora resulta que tampoco les ganamos en felicidad.
Esto está relacionado con la segunda reflexión: Occidente está en declive, por nuestra autocomplacencia, falta de esfuerzo y de disciplina. Tiene bastante que ver, según mi punto de vista, con la obsesión occidental por la búsqueda de la felicidad. Algo absurdo e imposible, y que a la larga provoca un resentimiento y un desencanto difícil de superar. Nos hemos centrado tanto en las últimas décadas en querer ser felices, que nos hemos olvidado del valor del esfuerzo y de la disciplina.
Por el contrario, los chinos nos están comiendo el terreno y en pocos años se convertirán en la primera potencia mundial. Y encima, lo saben. Según la escritora, los chinos opinan que los europeos nos hemos acostumbrado demasiado al estado de bienestar, somos perezosos y no hemos reaccionado.
Da que pensar, ¿No? La verdad es que si atendemos a la gran crisis que estamos sufriendo los europeos, tienen mucho sentido estas reflexiones. En general, los europeos estamos todavía en los algodones de una vida demasiado placentera.
Te invito a que te hagas una reflexión personal sobre ti mismo: ¿Realmente estás adormecido? ¿Estás demasiado cómodo en tu trabajo o en tu vida? ¿Gastas más de lo necesario (el último smartphone, el último modelo de coche, etc.)? ¿Te falta autodisciplina en tu vida? ¿Tienes una actitud de alerta para anticiparte a los cambios que van a llegar sí o sí en los próximos años?
Ayer mismo viví la fuerza de este veneno en una sesión de coaching de equipo en una empresa: autocomplacencia, falta de autocrítica y mediocridad. El equipo con el que estaba trabajando me dijo que ya funcionaban bien y que no querían cambiar, a pesar de las evidentes señales que les daba yo de que necesitaban mejorar.
Si no nos despertamos, nos despertarán a tortazos.
JAVIER CARRIL. Coach. Visita mi web: http://www.zencoaching.es/
Autor de los libros DesESTRÉSate, Ed. Alienta, 2010…y Zen Coaching, un nuevo método para potenciar tu vida profesional y personal, ed. Díaz de Santos, 2008.
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