El mes de septiembre a muchas personas se les hace muy cuesta arriba. La vuelta a la rutina de trabajo, estudios y obligaciones después de un periodo prolongado de vacaciones y relax es un cambio demasiado brusco. Es como si la dura realidad nos despertara de un plácido sueño que creíamos que iba a durar para siempre. Sin embargo, cuando volvemos de las vacaciones solemos tener energías renovadas, y eso hace que normalmente nos marquemos los típicos propósitos de septiembre.
No obstante, hay varios estudios que demuestran que hay un elevadísimo porcentaje de fracasos tanto con los propósitos de septiembre como con los propósitos de inicio de año, otro periodo propicio para este tipo de intenciones positivas. Concretamente, el nivel de fracaso está en torno a un 90%. Esto significa que las personas, normalmente, no consiguen sus propósitos de la vuelta de vacaciones, a pesar de su motivación, lo que conduce a mucha frustración y decepción, unido a una sensación derrotista de que nunca logramos lo que nos proponemos.
Una variante de este fracaso masivo es empezar con mucha fuerza cualquier nuevo hábito o rutina positiva, pero a los dos meses desinflarnos poco a poco, hasta que abandonamos el propósito. Es decir, que en el medio o largo plazo, el 90% de las personas terminan fracasando. Es demoledor.
¿Cuáles son los propósitos más recurrentes? Volver a hacer deporte, empezar una dieta para ponerse en forma, dejar de fumar, estudiar un Master, y buscar un trabajo, aunque hay muchos más. Desde luego, todos son dignos de respeto y admiración. Pero simplemente con pensarlos y decidir ir a por ellos no se consigue el éxito. Entonces…
¿Cómo garantizarnos que vamos a conseguir nuestros propósitos de septiembre? ¿Cómo evitar que seamos parte de ese frustrante 90% de personas que no lo logran? ¿Qué estamos haciendo mal?
Estos son los 4 errores más comunes que cometen las personas que fracasan:
- Marcarse objetivos vagos e imprecisos.
- Fijar objetivos demasiado ambiciosos a corto plazo.
- Creer demasiado pronto que ya lo han logrado.
- Enfocarse en los resultados en lugar del proceso
Analizaré cada uno de estos errores, y te propondré unas pautas o estrategias para evitar cometerlos, y de esa manera lograr por fin tus deseados propósitos.
Marcarte objetivos vagos e imprecisos
Los ejemplos de propósitos que ponía líneas atrás no sirven de nada y están abocados al fracaso. Dejar de fumar, ponerse a dieta o volver a hacer deporte son objetivos vagos, sin ninguna concreción. Cuando un objetivo es demasiado impreciso, es imposible tener un compromiso firme que nos motive y que nos haga superar los momentos difíciles. Si decimos que a partir del 1 de septiembre voy a apuntarme a un gimnasio y a lo largo del primer mes voy a empezar a ir dos días a la semana durante media hora para realizar ejercicios de fuerza en máquinas, eso sí es específico y medible. Es imprescindible fijar metas muy claras y con una temporalidad concreta (las dos primeras semanas, el mes de septiembre, del 1 al 10 de septiembre, etc.) porque de lo contrario es imposible saber si estamos logrando el propósito. Volver a hacer deporte no significa nada.
Fijar objetivos demasiado ambiciosos a corto plazo.
El segundo error es tener poca paciencia y querer lograr el objetivo ambicioso durante los primeros 15 días, o el primer mes. En septiembre volvemos con mucha energía e ilusión, y eso hace que nos sobreestimemos a la hora de marcarnos propósitos. Nos crecemos demasiado y luego empezamos a desinflarnos porque vamos perdiendo energía. Además, como no logramos el gran objetivo el primer mes, eso nos desmotiva y nos puede llevar a abandonar los buenos propósitos, con la sensación de fracaso incluida. La mentalidad que debemos adoptar es la contraria: poquísima ambición y mucha humildad.
Debemos ser realistas y realizar pequeños cambios y mejoras de manera controlada y progresiva, siguiendo la filosofía japonesa Kaizen, de la que soy un fiel seguidor y practicante.
Creer demasiado pronto que ya lo has logrado
El excesivo optimismo también suele ser un error común. Esto sucede cuando llevamos unos cuantos días o semanas logrando nuestro propósito, digamos dejar de fumar. Entonces nos creemos que ya hemos conseguido el objetivo y nos confiamos. Es entonces cuando progresivamente vamos aflojando la tensión positiva del propósito, hasta que un buen día nos damos cuenta que hemos vuelto al punto de partida, tremendamente frustrados y perplejos.
Es importante conocer cómo funciona el cerebro con los hábitos, puesto que necesita un mínimo de 21 a 28 repeticiones de forma consecutiva para convertir una acción o conducta como un hábito consolidado.
Es decir, en el ejemplo de dejar de fumar, para empezar a estar confiado, una persona debería haber estado 21 días seguidos sin fumar ni un solo cigarrillo. Y aún así, los hábitos consolidados pueden perderse lentamente si nos relajamos demasiado y no mantenemos la disciplina.
Enfocarte en los resultados en lugar del proceso
Cuando tenemos demasiada obsesión por lograr el resultado final, paradójicamente tardamos mucho más en lograrlo. Y además, dejamos de disfrutar del proceso de ir cada día logrando pequeños retos y pequeños avances en nuestro propósito. La impaciencia por buscar resultados visibles, por ejemplo un cuerpo perfecto si nos hemos puesto a dieta, puede resultar desesperante. Se nos va a hacer demasiado larga la espera, y vamos a abandonar, tirando por la borda todo el esfuerzo y los logros de semanas o meses. Debemos enfocarnos en los desafíos de cada día, dando lo mejor de nosotros y olvidándonos del resultado final.
En conclusión, si vences la tentación habitual de caer en estos 4 errores típicos, tienes un elevado porcentaje de conseguir tu propósito y convertirte en el privilegiado 10% de la población que consigue sus propósitos de septiembre. Se trata de cultivar la disciplina, la paciencia y la mejora continua, y por supuesto, trabajar de forma inteligente, con las pautas y estrategias que he comentado. ¡Mucho éxito con tus propósitos de septiembre!
En caso de que quieras probar un proceso de coaching conmigo, sólo tienes que escribirme a través del formulario de la web y agendamos una entrevista previa. Te dejo el link.
¿Aún no has leído mi nuevo libro «Reconecta contigo»? Ahora puedes leer el primer capítulo del libro, en este link: Primer capítulo Reconecta contigo Y si quieres comprarlo, en este link: Libro «Reconecta contigo»

JAVIER CARRIL
Coach MCC y conferenciante
Follow @JavierCarril
0 comentarios