Estarás, como yo, inundado de felicitaciones de Navidad con buenos deseos de felicidad, prosperidad, éxitos y salud. Son palabras que dejan de tener fuerza por la intensa repetición, para convertirse en tópicos.
Por eso, comparto contigo un deseo diferente para el próximo año: un 2012 lleno de espejos.
Imagínate que de repente empiezan a aparecer, metafóricamente, millones de espejos, uno por persona. Imagina que aparece un espejo delante de ti, y que te ves de pronto reflejado en él. Y que ese espejo no desaparecerá durante todo el próximo año.
Ese espejo será el que te devuelva los hechos, tal cual son. Será el que te obligue a mirarte a ti mismo, en lugar de mirar tanto a los demás para quejarte sobre su conducta o para cambiar su forma de ser. El espejo que aparecerá te hará mirarte con más sinceridad, y asumir tu auténtica responsabilidad sobre tu vida, sobre tus decisiones, sobre tus emociones.
Pero además, el espejo te hará más consciente de tus fortalezas, que frecuentemente ocultas o desconoces. El espejo te hará, desde la humildad, creer más en tus posibilidades, que son muchísimas. Te hará consciente de que eres imperfecto, pero capaz de todo si de verdad te comprometes con ello.
Al final, el espejo te hará conocerte mucho mejor, más profundamente. Y eso implica enfrentarte a tus miedos y dudas, pero también utilizar tus habilidades o dones olvidados. En definitiva, el espejo te hace vivir la vida de verdad, tal cual es, sin espejismos (no confundir espejismo con espejo) ni fantasías victimistas.
Por eso, quiero que en el 2012 el mundo se llene de espejos, que cada uno tengamos un espejo permanentemente, para que todos seamos más conscientes de quienes somos, y desde ahí, sentirnos más capaces para afrontar nuestra vida y para aportar nuestra valiosa contribución a este mundo.
¿Ha aparecido ya tu espejo? Aprovéchalo y no mires hacia otro lado.
JAVIER CARRIL. Coach. Visita mi web: http://www.zencoaching.es/
Autor de los libros DesESTRÉSate, Ed. Alienta, 2010…y Zen Coaching, un nuevo método para potenciar tu vida profesional y personal, ed. Díaz de Santos, 2008.
Me encanta la idea del espejo, Javier. Lo pondré en práctica. Gracias…
Firmado, Mar Morato