Muévete por valores, no por emociones

Más que nunca, estamos en momentos de incertidumbre, crisis, cambio…que provocan estrés, ansiedad, ira, desánimo, resentimiento, resignación o depresión.

Desde hace varios años vengo investigando profundamente el tema de las emociones, a través de varias vías. Asistencia a cursos y conferencias, lectura de libros, observación de la conducta de los demás y en especial la mía, creación de técnicas y herramientas y posterior experimentación para comprobar su efectividad…Y desde luego, impartiendo numerosas conferencias y cursos en el mundo de la empresa, en concreto a ejecutivos.

En mi experiencia personal, nunca se llega a aprender todo lo necesario. Siempre puede sucedernos algo que desmonte todo lo aprendido, que cuestione todo lo avanzado, que nos desoriente y hunda en un hondo agujero, sin entender nada. Este primer punto debe aliviarnos, porque si nos sucede, no significa que seamos tontos, o que nos hayan engañado los expertos en inteligencia emocional con sus teorías y técnicas. Significa que ni siquiera los expertos tienen todas las claves.

Ahora te voy a dar una de esas claves que a mí me han servido, y me siguen sirviendo muchísimo, sobre todo para canalizar mis emociones hacia conductas adecuadas. Yo defiendo en mis conferencias que no hay emociones negativas. El miedo, la tristeza o el resentimiento nos están dando mensajes muy útiles para nuestro crecimiento y aprendizaje…siempre que seamos capaces de escucharnos a nosotros mismos. Por tanto, todas las emociones son útiles y valiosas.

Pero las emociones nos pueden confundir y no permitirnos actuar como deseamos. Este es el tema esencial. La conducta que se deriva de nuestras emociones muchas veces es inadecuada, torpe, estúpida, infantil y muy pobre.

Por eso, en lugar de tomar nuestras decisiones en base a nuestras emociones (como algunas teorías sobre emociones recomiendan) debemos tomar nuestras decisiones en base a nuestros valores. Imagínate que te enteras que un compañero en quien confiabas te ha manipulado y ha logrado que le asciendan a un puesto que tú pensabas que te merecías. Si tu conducta estuviera basada en tus emociones, irías enfurecido a cantarle las cuarenta a ese compañero, y probablemente todo terminaría en una bronca monumental y un cruce de acusaciones mutuas.

En cambio, imagínate que decides actuar en base a tus valores. Si uno de tus valores es el respeto, por ejemplo, y otro es el equilibrio, seguramente no irías inmediatamente a echarle en cara su comportamiento. Probablemente primero tratarías de entenderle, y luego preferirías esperar unos días para digerirlo, con el fin de abordar la conversación con un estado de ánimo más calmado y equilibrado. Seguramente le dirías lo que piensas, aunque antes tomarías la precaución de preguntarle y escuchar sus argumentos con respeto. El resultado final sería notablemente diferente.

¿Qué te parece? Hay un abismo entre ambos comportamientos. El primero es reactivo, y te dejas llevar por tu piloto automático, sin control. El segundo es proactivo porque te permites elegir qué comportamiento tendrás, cómo quieres actuar en base a lo más importante para ti, tus valores personales.

Las personas que actúan mayoritariamente por sus emociones tienen muy poco control sobre sus vidas. Es como si la tormenta les desbordara cada día. En cambio, las personas que se conducen en el día a día por sus valores tienen mucho control, y eso hace que su autoconfianza y seguridad sean muy elevados. ¿Por qué? Pues porque las emociones son muy efímeras y están determinadas por un estímulo, mientras que los valores son mucho más estables en el tiempo (algunos valores los mantenemos durante toda nuestra vida) y no responden a un estímulo específico.

Este dilema nos lleva a que debemos hacer una reflexión previa que el 99% de las personas no se ha hecho nunca: ¿Cuáles son mis 5 valores más importantes? Ese será el tema de mi próximo post.

La próxima vez que vayas a tomar una decisión sobre algo importante, pregúntate: ¿Cómo quiero actuar, dejándome llevar por mis emociones o guiándome por mis valores?

JAVIER CARRIL. Coach. Visita mi web: http://www.zencoaching.es/

Autor del libro DesESTRÉSate, Ed. Alienta, 2010…y Zen Coaching. Un nuevo método para potenciar tu vida profesional y personal, ed. Díaz de Santos, 2008.

1 Comentario

  1. Anonymous

    no se escribe «en base» sino «con base» o «basado en»….por favor no cometamos crimenes ortograficos…

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