VIVIR con mayúsculas

Hacemos muchas cosas a lo largo del día, a lo largo de la semana, a lo largo del año. Ahora que está llegando el final de año, merece la pena que hagamos una reflexión sobre todas esas cosas que hacemos, y en si realmente nos llevan a algún lugar.

El 80% de nuestros resultados vienen del 20% de nuestras acciones. Es la ley de Pareto, que se ha demostrado en el ámbito científico, económico y empresarial. También se cumple en nuestra vida personal. La gran mayoría de las actividades que comen nuestro tiempo no tienen ningún sentido, no nos aportan prácticamente nada de felicidad ni satisfacción. La pregunta clave es ¿Y para qué las hacemos?

Tenemos la sensación de que estamos vivos cuando estamos haciendo tareas y actividades alocadamente. Pero somos muertos vivientes cuando lo hacemos con el piloto automático, tratando de encajar todos nuestros compromisos con calzador. En nuestra sociedad prima la idea de estar en constante movimiento, pero es un movimiento sin brújula. El problema es que pasamos por la vida de puntillas, tocando sólo la superficie, sin profundizar. Porque no nos damos tiempo para parar, y mucho menos para disfrutar.

Sagrario, la mujer con la que comparto mi vida, una mujer increíble, me decía el otro día que soñaba con una tarde de invierno, sentada en un cómodo sillón frente a una chimenea, leyendo un buen libro y saboreando una copa de vino. Por otro lado, una amiga me contó ayer que le costaba mucho desquitarse de las obligaciones familiares y logísticas que tenía, y que le ocupaban los fines de semana. Ambas reflexiones se enfocan en la misma idea: la dificultad que tenemos en Occidente para “bajarnos del tren”, para disfrutar del presente y para VIVIR con mayúsculas.

Porque no es lo mismo vivir que VIVIR. VIVIR con mayúsculas es, sencillamente, hacer las cosas con un sentido, con una dirección consciente, con un propósito. ¿Y cual es ese propósito? No es el destino, no es el objetivo, no es el resultado. El propósito de cada tarea, de cada acción, de cada actividad, debe ser la de hacerla lo mejor que podamos en ese instante, y disfrutar por el mero hecho de hacerla, no porque esperemos un resultado específico de esa acción.

Deja de hacer cosas sin parar, como un conejito de Duracell. Porque te estás perdiendo la verdadera vida. Y si no me crees, imagina que la próxima semana no vas a hacer nada de lo que se supone que esperan de ti. Desházte de todos los compromisos que no te apetecen, olvida todas las gestiones que te has impuesto…y permítete a ti mismo o a ti misma VIVIR. Si te atreves con este reto, te aseguro que comprobarás al final de la semana…que no ha pasado nada catastrófico. Es más, todo seguirá igual. Así que ¿para qué imponerte miles de actividades que no van a suponer una diferencia significativa en tu vida, y que además te causan desagrado y estrés?

Pues bien, este año 2009 no tengo más que decirte. Ha sido un año especialmente duro para mí a nivel personal. Pero también he aprendido mucho de mis errores. Y he aprendido mucho sobre las personas, sobre su fragilidad, sobre su imperfección, sobre sus miedos. Quiero despedirme de este año, que no olvidaré nunca, con un fuerte abrazo hacia ti, que me has leído mes tras mes. No te imaginas lo importante que eres para mí, nos conozcamos o no. Espero que sigas entrando a este humilde blog, que no tiene otro objetivo que compartir contigo mis inquietudes, aprendizajes y esperanzas.

Como me dijo un directivo al que hice coaching el año pasado: Que en el próximo año no te falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar adonde ir y sobre todo, alguien a quien hacer feliz.

Si tienes las cinco, estarás VIVIENDO con mayúsculas.

JAVIER CARRIL. Coach. Visita mi web: http://www.zencoaching.es/
¿Has comprado ya mi libro «Zen Coaching. Un nuevo método para potenciar tu vida profesional y personal», ed. Díaz de Santos, 2008?

10 Comentarios

  1. Javisam

    Pareto aplicado a la vida personal… me encanta.

    Porque somos tan jorobadamente torpes? es porque nos han programado así?

    «…pasamos por la vida de puntillas…»

    Mmm… voy a releer con calma…

    Gracias Javier, por tus escritos y por animarnos a pensar.

    Tengo el sueño

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  2. Fernando

    Muy buen árticulo Javier.

    Todo lo que dices es verdad y deb ser el reto de las personas que quieren profundizar como dices, para ello primero te tienes que dar cuenta que vas como un títere y después querer cambiarlo pues como sabes requiere esfuerzo y salir de tu zona de confort.

    Un abrazo fuerte

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  3. Soledad Hernández de la Rosa

    Tienes toda la razón. De tu artículo deduzco que vivimos como inalcanzable, casi prohibido darnos permiso para sentarnos a comer una manzana tomando el sol. O ser conscientes por un instante de la luz maravillosa que entra por la ventana de mi despacho en éste momento. ¿Hay algo más placentero y con tanto significado?
    Gracias Javier por aparecer en mi vida. Eres una persona luminosa.

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  4. Anonymous

    Ay tesoro, es que se me pasó decirte, que al poco de tener yo mi coche, mi hermano, que por aquel entonces no tenia el Carnet de conducir, se le ocurrió pedirme que le dejara mi coche para ir a trabajar. Yo, como soy una «egoísta» y una «mala hermana», SE LO DEJÉ el tiempo que lo necesitó.
    ¿Fué consciente del lío en que se podía haber metido y meterme amí como propietaria del vehículo y conductora habitual, si hubiese llegado a pasar algo??
    ¿Quién es el gilipollas, aquí??
    ¿Quién es el que necesita ir a un centro? ¿Quien es el que conoce y respeta la responsabilidad de ciertas acciones? ¿Quién?
    Cariño, sola estoy muy bien…estoy como nunca. Y ahora soy más o menos feliz, pero por lo menos soy, y soy buena persona.

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  5. Anonymous

    Ya veo como te quiere tu mujer. Jo, que suerte tienes, Javier.

    Eso sí que es VIVIR y AMAR con mayúsculas, lo demás es tontería.

    Yo quiero una mujer como la tuya. Lo del hermano, mejor no!!

    Carlos

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  6. Urbanita aldealizada

    Hola Javier,

    gracias por seguir ahí, con tus propuestas y «toques de atención».

    Para mí el reto está en encontrar el equilibrio entre por un lado, tener objetivos, propósitos, una meta clara y definida, y por otro, ser capaz de disfrutar y vivir intensamente cada paso mientras camino hacia esa meta.
    El uno sin el otro me lleva al hastío y la indolencia.
    El otro sin el uno me vuelve intransigente, dura y fría.

    Totalmente de acuerdo con cada una de las 5 cosas que te comentó el directivo.

    Espero que el año que viene te sea menos duro que éste, aunque de lo que te conozco estoy convencida que habrás sabido sacar cosas positivas y enriquecedoras de tu experiencia por muy dura que haya sido.

    un abrazo
    Elena

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  7. Anonymous

    Sí cariño, he aprendido mucho y me siento orgullosa de ser como soy, aunque tengo que mejorar todavía más…

    Responder
  8. Fernando

    Javier,

    gracias por el aire fresco que siempre despiden tus escritos (en muchas ocasiones no ventilamos el cerebro todo lo que deberíamos.

    Sí, VIVIR con mayúsculas, en el presente, saboreando cada segundo, con los cinco sentidos. Es todo un reto, la sociedad ruidosa de hoy nos aturulla constantemente,nos atropella, nos dispersa, nos inyecta deseos para que vivamos en el futuro que aún no ha llegado, y cuando llega ese futuro, nosotros no estamos,como siempre, y entonces nos damos cuenta, y nos lamentamos… pero en el pasado. Por un motivo u otro, nunca estamos en el presente y por tanto, como bien dices, no vivimos.

    Seamos conscientes de ello y propongamonos VIVIR, entrenemos para ello. ¿Por qué no empezar proponiéndonos 1/2 hora al día de VIVIR conscientemente? apagamos el móvil, quitamos la tele, la radio, desactivamos los pensamientos sobre el pasado y sobre el futuro y… disfrutamos de ese rayo de sol que comentabais, o de la copa de vino, o de jugar con vuestros hijos, o de una tranquila conversación con vuestra pareja. Olvidaros de la multitarea, sólo nos deshumaniza, y nos hace vivir con minúsculas.

    Gracias de nuevo Javier.

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  9. Brandcoaching

    Enhorabuena por el artículo Javier.
    Que se cumplan tus mejores deseos.
    Un abrazo de tu amigo

    Quique Jurado

    Responder
  10. culoinquieto

    Hola, Javier.

    Estupendo artículo. Igualmente te deseo todo lo mejor para el año 2010, esperando que te resulte menos duro, aunque de la adversidad se aprenda :-D.

    Estaré encantado de seguir leyéndote en 2010.

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