La ley del espejo

El precioso cuento japonés La ley del espejo, de Yoshinori Noguchi, nos pone frente a una verdad fundamental para la calidad de nuestra vida. Que todas nuestras acciones, decisiones y actitudes tienen consecuencias positivas o negativas, y que tarde o temprano sus efectos vuelven a nosotros como un boomerang. En eso consiste la ley del espejo. Aquello que das, lo recibirás exactamente igual. Si das confianza, empatía, sinceridad o amor, eso recibirás. Pero si das rencor, soberbia, egocentrismo o falta de sinceridad, también recibirás eso.

En la famosa obra de Oscar Wilde «El retrato de Dorian Gray» el protagonista es retratado por un pintor, y en ese momento desea mantenerse eternamente joven, como su imagen del cuadro. Su deseo se cumple, pero el retrato sí va cambiando y reflejando la degradación de su alma como ser humano, al desviarse con una serie de acciones y conductas lujuriosas y egoístas. El retrato le recuerda en todo momento lo podrido que está por dentro.

Como escribí en mi anterior post «Tu intención no importa, sólo los resultados que produces», las buenas intenciones son el primer paso, pero no suficiente. Una buena intención o deseo no conduce, necesariamente, a una correcta acción o decisión. Porque por el camino se cruzan en nuestro interior miedos, inseguridades, resentimientos y desconfianzas que sabotean nuestras intenciones y deseos, para contaminarlos, pervertirlos y desviarnos del camino inicialmente elegido.

Por mi experiencia al trabajar con cientos de personas en procesos de coaching, el mayor problema que tiene el ser humano no son sus malas decisiones, conductas o actitudes. El peor problema es su inconsciencia e ignorancia. Es decir, la mayoría de las personas no son en absoluto conscientes del impacto de la ley del espejo, de las consecuencias que sus actitudes y conductas están provocando en los demás (y en sí mismos). La inconsciencia es el peor mal del ser humano y la fuente principal de su sufrimiento. Si a ello le unimos la ignorancia, es decir la falta de curiosidad y humildad para aprender y cuestionarse a uno mismo, la mezcla es explosivamente destructiva para la calidad de nuestra vida.

Quiero que te detengas un momento en la frase siguiente: «Nosotros creamos, provocamos y permitimos todo lo que nos ocurre en nuestra vida». Muchos se niegan a creer esta verdad, conectada profundamente con la ley del espejo. Argumentan que la culpa de sus problemas es siempre de los demás (la lista es larga: el jefe, la compañera de trabajo, la madre, el hermano, el cuñado, la pareja, el hijo…) y por tanto, no asumen ninguna responsabilidad en el hecho de que alguna de estas personas los trate bruscamente de forma recurrente o no los escuche con atención, o no empatice con ellos. En cualquiera de estas situaciones, si hemos interiorizado profundamente la creencia de la frase mencionada, en lugar de culpar al otro, miraremos dentro de nosotros y nos preguntaremos:

  1. ¿Qué he podido yo hacer o permitir para que esta persona me trate de esta manera?
  2. ¿Qué podría hacer para que esta persona empatice conmigo, o me escuche, o deje de gritarme?

En estas dos preguntas está la clave y la solución en un porcentaje altísimo de todas las posibles situaciones o circunstancias difíciles de nuestra vida. Seguramente estaremos permitiendo o generando en gran parte el comportamiento de la otra persona hacia nosotros, y eso significa que tenemos poder para cambiar la situación. ¿Cómo?

En primer lugar, es esencial recordar la ley del espejo o lo que es lo mismo, la creencia de que, aunque no seamos conscientes, en realidad generamos o permitimos todo lo que nos sucede. Si no nos creemos esta «verdad» será difícil que tomemos las decisiones o elecciones responsables y efectivas que necesitamos.

En segundo lugar, tendremos que analizar de qué manera nuestra conducta o actitud está influyendo en el comportamiento o actitud de las otras personas, con la primera pregunta que proponía líneas atrás. Es decir, se trata de hacer un autoanálisis honesto y crítico sobre nosotros mismos. De lo contrario, estaremos estrellándonos contra el mismo muro una y otra vez, sin entender nada y sin posibilidad de cambiar las cosas.

Y en tercer lugar, debemos enfocarnos en el presente/futuro, con la segunda pregunta que propongo, realizando el cambio dentro de nosotros (y evitando la tentación fácil de querer que la otra persona cambie). El cambio puede ser un cambio de actitud, de comportamiento o de pensamiento. Quizá la persona que no empatiza con nosotros en una relación difícil es debido a que nosotros tampoco empatizamos con sus necesidades. Tal vez estamos pidiendo a nuestro hijo que nos escuche cada vez que le damos nuestra opinión pero sin embargo cuando nos quiere dar su opinión le interrumpimos constantemente y no le dejamos hablar. La ley del espejo. No podemos esperar de los demás lo que nosotros mismos no estamos dando. 

Para integrar la creencia de la ley del espejo hay que ser muy valiente, y asumir una actitud ante la vida de responsabilidad y madurez emocional, pero es el camino para vivir una vida con mayúsculas, una vida plena y feliz a pesar de las dificultades y obstáculos. Integrar esta poderosa creencia implica despertar de la anestesia confortable y al mismo tiempo tóxica en la que vive la mayoría de las personas, cuyo efecto más visible es una actitud victimista e irresponsable, de echar balones fuera permanentemente y de analfabetismo emocional. Se puede ser un analfabeto emocional aunque se tengan 50 o 60 años. Tener más experiencia o edad no necesariamente implica tener más sabiduría ni madurez.

Para terminar, te dejo con tres preguntas para tu reflexión:

  1. ¿Qué estás creando o generando en tu vida?
  2. ¿Qué estás provocando, por acción o por omisión, en tu vida y en tu entorno profesional?
  3. ¿Qué estás permitiendo en tu vida, en tus relaciones y en tu entorno profesional?

Bienvenido/a a la ley del espejo.

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JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y autor de 5 libros.

2 Comentarios

  1. Juan Pablo

    Hola, Javier

    Si fueras tan amable, quisiera hacerte una consulta sobre la Ley del Espejo.
    En internet se habla mucho que mi reflejo es una proyección del estado de mi interior.
    Todos coinciden en que lo que no me gusta de los demás, es porque yo mismo tengo eso que detesto. Entonces, si yo cambio, el resto no me afecta, porque ya no es tema.
    Pero yo no encuentro nada en internet que se refiera a uno mismo, sin involucrar a otros.
    Particularmente llevo 19 años viviendo en precariedades económicas, mucho tiempo sin ganar dinero, sino solo para sobrevivir, no tengo casa ni auto, arriendo una pieza, no trabajo donde quiero, no gano lo que quiero, mis hijos y yo queremos vivir juntos, pero no podemos porque no gano dinero suficiente, tengo un proyecto de cuentos cortos infantiles y juveniles, pero no logro impactar a editoriales para vivir de ellos de modo abundante. Y ni hablar del amor o el sexo 100% inexistentes.
    Si la realidad alrededor mio de tanta escasez es el reflejo de mi interior, es porque no logro atraer esa abundancia que he elegido subconscientemente para mi. OK, mi interior es pobre y dice que debo permanecer pobre. ¿pero como darle la vuelta?
    ¿Ves que los demás no tienen nada que ver con mi problema?
    ¿Como cambiar mi realidad, cambiando mi interior, si lo que he atraído por 19 años es pobreza económica, pobreza sexual y pobreza de amor?
    Lo he intentado todo. Reprogramación mental, audios positivos en estado theta, los 8 pasos de Noguchi (perdonando, disculpándome y agradeciendo), desbloqueo del chakra raíz para emitir energía hacia el seno de la creación del universo, deteccion-integracion-desprendimiento de mis miedos y defectos, mantras LAM diarios, grounding o earthing semanal, reconocimiento de mi calidad de creacion de Dios y por consiguiente, de mi poder divino de manifestación física de mis deseos o elecciones decretadas (como me gusta decir a mi), y seguro se me escapan mas procesos y técnicas seguidas por mi.
    ¿Como cambiar mi interior para cambiar ese reflejo mio actual de carencias por tanto tiempo, por un reflejo de abundancia?
    Espero me entiendas y sobre todo, me ayudes con tus consejos!

    Muchas gracias,
    Juan Pablo

    Responder
    • Javier Carril

      Estimado Juan Pablo. Lamento muchísimo tu situación, ya que tal como lo cuentas parece bastante dura y difícil. Además, has probado tantas herramientas y métodos que debe ser frustrante no ver resultados. Yo no me considero un gurú ni alguien que soluciona la vida de las personas, como mucho lo que puedo hacer es recomendarte leer algún libro que a mí me ayudó muchísimo hace 17 años, en plena crisis vital y profesional. El libro «Coaching para el éxito» de Talane Miedaner es maravilloso y muy práctico, fue fundamental para mi transformación personal. También te recomiendo «El camino del kaizen» de Robert Maurer, y por último mi primer libro «Zen Coaching», que sé que ha ayudado a mucha gente a transformarse y a cambiar radicalmente su vida, porque me lo han dicho repetidas veces por e-mail o en persona. Por supuesto, una vez leídos esos libros es esencial aplicar todo lo que se recomienda, porque de lo contrario tampoco te servirán. Espero que te ayude y todo mejore drásticamente para ti. Un cariñoso abrazo.

      Responder

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