Avanzar y parar

El pasado jueves comencé un proyecto de formación para gerentes y jefes de Telefónica, y comprobé la gran tensión de los participantes. Se palpaba en el ambiente, a través de sus sinceros comentarios. Uno de ellos dijo: “Yo me siento morir pensando que voy a estar todo el día aquí encerrado, asistiendo a este curso, sabiendo todo el trabajo que tengo”.

¡Qué difícil es parar, frenar nuestra desbocada vida para reflexionar y mirar las cosas desde una perspectiva más serena, más sabia! Nos introducimos en un autoengaño de que todo es terriblemente importante y urgente…y abandonamos lo que sí es verdaderamente importante. Necesitamos parar para replantearnos lo que estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo, para qué lo estamos haciendo…en definitiva, si nuestra vida personal y profesional tiene un sentido y un propósito.

En mi opinión, el justo equilibrio entre avanzar y parar nos conduce a la mayor efectividad y satisfacción. Como decía Covey, si estás cortando árboles sin parar, como un poseso, sin parar para afilar la sierra, algún día tu efectividad comenzará a bajar en picado. No sólo eso, tú mismo te sentirás cansado y hastiado porque no ves el sentido de cortar árboles y árboles sin disfrutar, sin parar para reflexionar y cuestionar las circunstancias de tu vida o de tu trabajo.

Así estamos habitualmente: cortando árboles frenéticamente sin parar. Debemos afilar la sierra para continuar avanzando con mayor efectividad y ligereza, con mayor satisfacción y sentido. Avanzar y parar. Avanzar y parar. Así debería ser nuestra vida.

En el último mes he tenido que viajar a Ecuador dos veces para dar formación para la empresa Repsol. Y las 48 horas, en total, que he estado volando entre las nubes me han permitido afilar mi sierra, me han permitido parar, relajarme, pensar, sentir, cuestionarme, recordarme, reencontrarme.

Si te sientes cansado, agotado, con sensación de que la vida podría ser algo más…entonces es que tienes el síndrome del cortador de árboles…Debes dejar de avanzar sin dirección, y parar. Para y bájate un instante del tren. Haz meditación, reflexiona, vuelve a ti. Cuando sientas que estás de nuevo preparado, sigue avanzando.

El camino, entonces, te parecerá otro.

JAVIER CARRIL. Coach. Visita mi web: http://www.zencoaching.es/
Compra ya mi nuevo libro “DesESTRÉSate”, Ed. Alienta, 2010…o mi primer libro «Zen Coaching. Un nuevo método para potenciar tu vida profesional y personal», ed. Díaz de Santos, 2008.

2 Comentarios

  1. Anonymous

    Hola! Acabo de descubrir tu blog. Necesito ayuda y no sé a quién acudir. Llevo años (10)formando a compañeros, en ventas y atención al cliente.He trabajado para varias empresas y cada una de ellas han aprovechado algo que han visto en mi para esa función. Ahora me enfrento con que mi empresa actual quiere que imparta un curso a media España en dichas materias y que lleve todo lo que he trabajado,ideas propias, con las personas a las que estoy formando.
    Me pagan el billete de avión y la estancia donde tenga que acudir a «compartir» la información.
    Entreno con ellos cada dia, pero no tengo ningún título. Me encanta lo que hago, para mi es algo natural, pero como uno va cogiendo experiencia, cada vez veo más cierto aprovechamiento.
    Por favor me puedes dar tu opinión?? Estoy cansada de talar árboles.
    Ah! Me llamo Vanesa
    Gracias

    Responder
  2. JAVIER.CARRIL

    Vanesa, como yo lo veo es que te valoran mucho en tu empresa y eso es muy positivo.
    Otro tema es que tú te plantees si estás dando más de lo que recibes.
    Quizá es el momento de pedir: puede ser más tiempo, más dinero, etc. Con el fin de sentir que tu esfuerzo y tu tiempo son rentables y productivos.

    Responder

Dejar una respuesta a JAVIER.CARRIL Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Descarga Gratis

Descárgate gratis 2 cuentos de mi libro
«El hombre que se atrevió a soñar»

Mis Libros

Reconecta Contigo

7 Hábitos del Mindfulness para el éxito personal y profesional

El hombre que se atrevió a soñar

zen coaching

DesESTRÉSate