Hábitos

/Tag:Hábitos

Todos somos distintos…e iguales

Antes de las Navidades, a mediados de diciembre, participé en una formación intensiva avanzada de la Universidad de Brown para profesores del programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction). El programa MBSR es el programa oficial de mindfulness de la Universidad de Massachusetts y el más prestigioso del mundo sobre mindfulness (atención plena). Se lleva impartiendo desde el año 1979, y han asistido miles de personas en todo el mundo desde entonces. El MBSR ha sido objeto de numerosos estudios científicos que han validado su eficacia para enfrentarse al estrés y al sufrimiento, e incluso al dolor físico, y para poder vivir una vida mucho más plena y feliz. Por ejemplo, al finalizar el programa se han observado en los participantes cambios cerebrales importantes relacionados con el desarrollo de habilidades cognitivas y emocionales como la atención, la memoria y la regulación emocional (aumento del grosor del cortex prefrontal relacionado con las emociones positivas, y reducción de la actividad de la amígdala cerebral, relacionada con emociones básicas negativas como el miedo y la ira).

Sala donde se celebró la formación para profesores de MBSR, en un descanso.

La formación para profesores fue muy intensa, fue una especie de curso/retiro de 9 días donde convivimos 40 personas. Más allá de los importantes aprendizajes que he tenido para perfeccionar y pulir mis habilidades y competencias como profesor de mindfulness, ha sido la experiencia humana la que más me ha impactado (más abajo comparto mis 4 principales lecciones aprendidas). El curso fue totalmente vivencial, exploramos nuestras propias vidas, nuestros patrones limitantes pero también nuestra grandeza interior. Es decir, fue realmente una investigación experiencial de lo que es vivir, y de lo que significa ser humanos. Tuvimos todo tipo de momentos. Momentos de carcajadas y risas, momentos de silencio total, momentos importantes en que alguien compartía algo y no podía evitar que se le cayeran las lágrimas. Desde luego, para mí ha sido una experiencia transformadora e inolvidable.

Practicamos muchísimas horas de mindfulness, guiamos prácticas a otros compañeros y fuimos guiados, recibimos y nos dimos feedback entre nosotros, y también analizamos en profundidad el programa MBSR. Empezábamos a las 8 h. de la mañana meditando en silencio y cerrábamos el día a las 22 h. con otra meditación. Entre medias, 9 horas de curso haciendo todo tipo de dinámicas, ejercicios grupales e individuales. Todo ello durante 9 días. Muy intenso, a nivel mental, emocional y físico.

Voy a resumir mis principales conclusiones y reflexiones sobre estos días. Principalmente son 4 reflexiones:

  1. Todos tenemos heridas. Todos los seres humanos tenemos heridas, todos hemos sufrido momentos duros y dramáticos en nuestra vida. Y es importante que las miremos de frente, porque forman parte de nosotros y la persona que somos hoy es, en parte, gracias a esas heridas. Si no tuviéramos heridas, no podríamos comprender las heridas de los demás, nos sería imposible ser empáticos y compasivos con el resto de personas, así que debemos ver nuestras heridas del pasado incluso con gratitud porque nos han hecho más humildes, más humanos y mejores personas.
  2. Todos somos capaces de aliviar nuestro sufrimiento. Al mismo tiempo, el ser humano tiene la capacidad para desarrollar los recursos necesarios con el fin de aliviar e incluso de eliminar gran parte de su sufrimiento. No obstante, esta es una dura tarea porque es necesario hacer un trabajo profundo de autoconocimiento y de desarrollo de habilidades, que no todo el mundo está dispuesto a hacer, porque requiere esfuerzo, disciplina y una sólida actitud de mejora continua. Todos podemos hacer las paces con la vida y con nosotros mismos, y así eliminar nuestro sufrimiento, pero hay que trabajar. El mindfulness es una de esas prácticas que nos ayudan a entender nuestros patrones mentales, a desarrollar esas habilidades y recursos, y a desplegarlos en nuestra vida cotidiana. Pero es necesario practicar regularmente, todos los días.
  3. Todos tenemos una grandeza interior impresionante. Cada vez que he participado en un curso similar he comprobado esta gran verdad: que toda persona tiene una grandeza interior inimaginable. No soy un ingenuo, sé que el ser humano también es capaz de lo peor, de realizar las mayores atrocidades también inimaginables. La historia nos lo ha demostrado muchas veces, con millones de personas torturadas, asesinadas y humilladas. Pero al mismo tiempo el ser humano es grande, y es capaz incluso de sacrificar su vida por un bien mayor. Durante estos 9 días he podido experimentar conmovido la grandeza de los 40 seres humanos que estábamos reunidos allí para investigar el alma humana. Y digo conmovido porque he sentido en muchos momentos ternura, compasión, tristeza, alegría y admiración por mis compañeros. Y de esa manera también he conectado con mi propia grandeza.
  4. Todos somos distintos, pero iguales. Una compañera dijo al final del curso esta frase, tan real. Porque además de ser iguales como seres humanos por todo lo que he comentado en los anteriores puntos, cada persona es única, irrepetible, diferente, maravillosa por ser precisamente así. Y eso también debemos explorarlo cada uno de nosotros, darnos cuenta de que somos únicos porque cada uno hemos crecido en una familia diferente, con una educación diferente, hemos superado retos distintos, vivido dramas o incluso tragedias distintas, y hemos conseguido también logros y éxitos distintos. Y precisamente esa es una riqueza fabulosa, la diversidad del ser humano, y la importancia de respetar esa diversidad y diferencias de raza, sexo, creencias religiosas y políticas, educación, etc. Cuando experimentas en tu piel esta maravilla de que seamos únicos y diferentes, y al mismo tiempo iguales como seres humanos, compartiendo esta experiencia de vivir, de sufrir, de amar, de caernos y levantarnos…tu visión cambia, y esta visión abre tu mente y tu corazón.

Después de esta formación, una más de las que he realizado como profesor de mindfulness, he confirmado y reforzado mi compromiso de seguir ayudando a millones de personas a que se conozcan y comprendan mejor, a que aprendan a aliviar su sufrimiento y a lograr la paz interior, y a que desarrollen todo su potencial como seres humanos. He fijado ya la fecha de mi próximo curso de introducción al mindfulness, y seguramente este año lanzaré mi primer programa MBSR de 8 semanas. Así que siento un profundo entusiasmo y una enorme gratitud por todo lo que he vivido durante la formación de 9 días.

Finalmente, querido seguidor o seguidora de este blog, quiero darte la bienvenida a este nuevo año lleno de oportunidades para hacer un cambio en tu vida, para salir de tu zona cómoda, para dejar de resignarte a todo lo que te hace infeliz, y empezar a diseñar la vida que quieres vivir. Recuerda, tienes una grandeza interior enorme y tienes los recursos para conseguirlo.

Apúntate a mi próximo Taller de introducción al Mindfulness, el sábado 1 de febrero de 2020. Esta es ya la 10ª edición. En el link tienes todos los detalles del curso y cómo reservar una plaza. Información Curso Mindfulness

Y si quieres ir abriendo boca, puedes comprar mi último libro «7 hábitos de mindfulness para el éxito», pinchando en el siguiente link: Comprar el libro

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y autor de 5 libros.

5 hábitos positivos para empezar bien el curso

Fotografía de Teresa Carril

¡Se terminó el verano! Muchas personas están llorando y lamentándose de lo corto que ha sido, de lo breves que han sido las vacaciones. ¡Y es verdad! Hemos tenido tiempo para descansar, desconectar, disfrutar y estar con nuestros seres queridos más tiempo del habitual. Y claro, ahora nos cuesta volver al trabajo, las obligaciones, etc.

Sin embargo, septiembre es un mes idóneo para replantearte determinadas rutinas o decisiones que no estaban aportándote nada positivo antes del verano. Si empezamos a tomar unas cuantas decisiones pequeñas pero importantes, empezaremos el nuevo curso con energía positiva y eso nos puede llevar a generar unos pequeños hábitos que harán que el curso sea realmente muy productivo y feliz. En este post recomiendo 5 hábitos saludables que pueden ayudarnos a tener más éxito y también más equilibrio emocional los próximos 10 meses. Si quieres, puedes repasar este post que escribí sobre las 4 claves fundamentales para generar hábitos positivos sostenibles

  1. Mejora tu alimentación. No imaginamos el impacto que tiene lo que comemos en nuestra vida. Es enorme. Influye en nuestro estado físico, en nuestra salud, en nuestro estado emocional y en nuestro rendimiento profesional. Y por favor, no hagas dieta, está demostrado por muchos estudios que las dietas no funcionan porque, tarde o temprano, volvemos a nuestro peso antes de la dieta. Esto es porque la dieta nos exige un cambio demasiado brusco y radical, y cuando hemos logrado el objetivo, nuestro cerebro se relaja y vuelve a caer en los malos hábitos. En lugar de ello, empieza muy poco a poco, tomando pequeñas decisiones como por ejemplo comer menos carne roja o carbohidratos refinados, o ir sustituyendo gradualmente el azúcar por un edulcorante natural como la stevia.
  2. Empieza a meditar. La meditación o mindfulness no sólo nos ayuda a manejar mejor el estrés y ansiedad de la vuelta a nuestra vida y trabajo. Ganamos foco, claridad mental, concentración, capacidad de disfrutar del momento presente y perspectiva, lo cual nos lleva a tomar mejores decisiones. El mindfulness es un entrenamiento para conocer cómo funciona nuestra mente, y en segundo lugar, para saber cómo focalizarla y llevarla a estados positivos de bienestar y equilibrio. Como en el resto de hábitos saludables, te recomiendo empezar muy poco a poco, sin ambición, con pequeños objetivos muy alcanzables. Por ejemplo, dedicar 5 minutos a sentarte cómodamente, cerrar los ojos y practicar mindfulness. En mi último libro «7 hábitos de mindfulness para el éxito» puedes aprender el método mindfulness así como las distintas técnicas que existen. En este post puedes leer un resumen de lo esencial del libro. Y si quieres, puedes comprarlo en este link: Comprar libro mindfulness
  3. Reserva tiempos de desconexión digital. La tecnología nos ayuda y nos facilita la vida. Genera más agilidad y eficiencia en el ámbito profesional. Sin embargo, para obtener sus beneficios necesitamos aprender a manejarla, para no convertirnos en esclavos tecnológicos. Cuando estamos enganchados demasiado tiempo al móvil (o a la tablet o al ordenador), nuestra mente se embota, pierde claridad y consciencia sobre nuestras prioridades y también dejamos de ser empáticos. Finalmente, tomamos peores decisiones profesionales y personales, y nuestras relaciones se deterioran. Por tanto, es imprescindible que empieces a dedicar pequeños momentos de tu agenda diaria a desconectar de toda conexión digital. Empieza poco a poco, se trata de ir generando pequeños hábitos sencillos.
  4. Vuelve a hacer ejercicio. Si no has abandonado el ejercicio físico durante el verano, enhorabuena. Pero si lo has hecho, es imprescindible retomarlo con fuerza. El ejercicio físico es tan importante como el tema de la alimentación. Influye en nuestra salud, en nuestro equilibrio emocional, y según muchos estudios científicos, ayuda a mantener nuestro organismo más joven, retrasando el envejecimiento, igual que una alimentación sana y adecuada. Tómatelo, como el resto de recomendaciones, con calma, ve realizando cambios graduales y pequeños, sin prisa ni presión. Esta es la clave para todos los hábitos saludables. No trates de hacer grandes cambios, sino ir incluyendo pequeñísimos cambios en tu rutina con el fin de ir consolidándolos.
  5. Ahorra e invierte un poco de dinero. La mayoría de las personas, o saben que no tienen un colchón financiero y eso les genera malestar y preocupación, o simplemente viven en un nivel de inconsciencia total. En cualquier caso, en un mundo en constante cambio, a cualquiera de nosotros nos puede suceder algo imprevisto que nos obligue a gastar una cantidad importante de dinero en efectivo (que nos despidan de la empresa, que perdamos nuestro cliente más importante, que necesitemos hacer un Master) y la mayoría de las personas no están preparadas financieramente ante estas coyunturas. Para evitarlo, es fundamental generar una rutina de ahorro (aunque sean 200 € al mes al principio) y de inversión, para que nuestro dinero no pierda valor por la inflación (si lo tenemos en el banco o debajo del colchón). Muchos expertos hablan de que deberíamos ahorrar un 25% de lo que ingresamos. Pero insisto, si no lo estás haciendo, empieza ahorrando una pequeña cantidad, y luego, poco a poco, ve incrementando la cantidad en la medida de tus posibilidades. Ahora lo importante no es tanto el importe, sino que generes un hábito positivo. ¿Y dónde invertir para que tu dinero vaya ganando valor y no perdiéndolo con los años? Es recomendable contratar a un asesor financiero que te oriente en función de tu perfil de inversor (más arriesgado o menos). En ese sentido, leí hace poco un consejo buenísimo de un gurú de la inversión. Recomendaba que te entrevistaras con tres asesores financieros, y luego contrataras al que menos hable en la entrevista.

Esto también lo aplicaría si estás pensando en contratar a un coach para lograr tus objetivos de vida o de carrera profesional. ¡Contrata al que menos hable!

Si quieres comprar mi nuevo libro «7 hábitos de mindfulness para el éxito», pincha en el siguiente link: Comprar el libro

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y autor de 5 libros.

El secreto de la motivación duradera

Las dos últimas semanas he impartido un taller de automotivación para grupos de empleados de una empresa farmacéutica, y me ha obligado a refrescar y revisar las ideas, técnicas y herramientas clave para potenciar las emociones positivas en nuestra vida de forma sostenible.

Todos queremos sentirnos felices y motivados, con energía positiva y autoconfianza. Pero no es fácil, porque hay muchos elementos que impiden y bloquean nuestra motivación. Algunos ni siquiera los conocemos, así que son aún más difíciles de superar. Por ejemplo, nuestra particular visión del mundo, compuesta de nuestras creencias, ideas preconcebidas y valores, influye de manera crítica. Y normalmente no somos conscientes de cuanto nos limita.

Ante todo, la automotivación no tiene nada que ver con palabras grandilocuentes de ánimo, ni tampoco con caminar descalzos por brasas o cristales. La verdadera motivación, la que nos da fuerza y optimismo sostenible incluso en los momentos más difíciles, se obtiene de un profundo trabajo interno a lo largo de años.

El crecimiento espectacular del bambú japonés

Es como el crecimiento del bambú japonés. Se dice que cultivas la semilla, la abonas, la riegas y la cuidas, pero no crece nada en los primeros días, ni en las primeras semanas, ni en los primeros meses. Si eres un cultivador inexperto, probablemente abandones el cuidado de la semilla porque piensas que estaba mala o que no eres capaz de hacerla brotar. Sin embargo, es un error. Si continúas insistiendo en los cuidados, confiando y conociendo el ciclo de maduración del bambú japonés, comprobarás que tampoco crece nada visible en ¡¡7 años!! Desde luego, es una planta para personas muy pacientes, que apuestan por el largo plazo. Pero lo más sorprendente es que después de siete años, en tan sólo seis semanas el bambú crece hasta 30 metros de altura. Impresionante enseñanza la que nos da. El bambú no creció en sólo 6 semanas, sino en 7 años y seis semanas. ¿Por qué? Pues porque durante todos esos años la planta fue creando un complejísimo y denso sistema de raíces, que luego le permitirían crecer de forma tan espectacular en tan poco tiempo.

La motivación funciona del mismo modo. Las personas debemos apostar y confiar en un trabajo de crecimiento interno a largo plazo, de autoconocimiento constante, de reprogramar nuestra mente y nuestros pensamientos. Y muchas veces, a corto plazo, no veremos ningún resultado especial en nuestra vida y quizá tengamos la tentación de abandonar el cultivo de nuestra motivación interior. Pero debemos confiar y recordar el ciclo de maduración del bambú japonés. Algún día, de pronto, nos daremos cuenta de cuanto hemos crecido como seres humanos, cuanto hemos aprendido y evolucionado, y la gran fortaleza emocional que hemos acumulado. Pero debemos vencer a los enemigos del largo plazo: la pereza, la zona de confort, las recompensas cortoplacistas, el miedo, nuestra visión parcial del mundo.

A continuación, comparto contigo el gran secreto de la motivación duradera, a través de 5 ideas y herramientas que considero fundamentales para desarrollar la automotivación sostenible y profunda. Esto es parte de lo que he estado enseñando y trabajando en los talleres de automotivación para la empresa farmacéutica:

  1. Reprograma tus creencias e ideas limitantes. Si tienes creencias limitantes, tu estado emocional será depresivo y caerás en actitudes tóxicas como el victimismo o la queja. Puedes leer el post que escribí sobre la importancia de las creencias, que titulé Eres lo que crees. Podemos cambiar la programación mental que tenemos, producto de nuestra educación y de nuestras vivencias. ¿Cómo? Hay varias técnicas como la repetición de frases potenciadoras («Soy capaz de lograr mis objetivos…la vida es una aventura…los cambios siempre son una oportunidad para renovarse…si me equivoco, aprendo…yo puedo modificar cualquier aspecto de mi forma de ser»), en sustitución de nuestras creencias limitantes («No soy capaz…la vida es sufrimiento…todos los cambios traen algo malo…si me equivoco, es un fracaso….yo soy así y no puedo cambiar», etc.). También puedes visualizar todos los días, con los ojos cerrados y con todo detalle, tu visión personal (explico más abajo en qué consiste la visión personal).
  2. Pasa de víctima a protagonista. Deja de criticar, juzgar o compararte con los demás. Deja de echar balones fuera y asume de una vez la responsabilidad de tu vida. Tus problemas no son culpa de nadie ni de la mala suerte, sólo tú eres responsable de lo que te sucede en la vida, es decir tus decisiones, tus conductas y tus actitudes. Llegar a esta conclusión tan cruda requiere una gran madurez emocional, que pocas personas tienen. Pero es el camino inevitable para tener una motivación poderosa y duradera. Deja de pensar que todo el mundo está en contra tuya, quizá tu peor enemigo está dentro de ti.
  3. Diseña tu visión motivadora. Debes dedicar tiempo a pensar en qué quieres lograr en tu vida en el largo plazo. Haz una lista de tus objetivos personales y profesionales para dentro de 10 años. ¿Dónde quieres estar dentro de 10 años? ¿Cuales son tus sueños? Es fundamental que miremos a tantos años vista, porque en 10 años cualquier persona puede lograr cualquier objetivo, por imposible que parezca hoy. Así que coge un cuaderno, un bolígrafo y empieza a escribir, como si fuera la carta de los Reyes Magos. Permítete por un rato soñar sin límites. Si no tienes una visión, irás por el mundo perdido, desmotivado, sin rumbo. Y otros decidirán tu destino.
  4. Valora y agradece lo que tienes hoy. Diseñar tu futuro no es incompatible con disfrutar, valorar y dar las gracias por todo lo que te ha sucedido en la vida, o por todo lo que eres y tienes hoy. Si lo piensas un poco, eres una persona privilegiada por tener salud, trabajo, dinero para tus caprichos y viajes, una familia maravillosa, etc. Pero los seres humanos nos enfocamos mucho más en lo que nos falta que en valorar lo que tenemos. Practica la gratitud de las pequeñas experiencias agradables que hayas tenido cada día, y la revisión de los logros que hayas conseguido, aunque sean pequeños. Estos dos ejercicios, practicados a diario, cambiarán tu estado emocional totalmente.
  5. Sal de tu zona de confort. Si quieres mantener viva la llama de la motivación duradera, debes desafiarte y hacer cosas que te den un poquito de miedo. Eso se llama salir de la zona de confort. Yo prácticamente todas las semanas del año tengo actividades que me hacen salir de mi zona de confort. He diseñado para mí una vida que me garantiza esto cada semana, lo cual hace que sea imposible estancarme y acomodarme. La zona de confort, que tan tentadora es, nos impide evolucionar y crecer como seres humanos, y asesina nuestra motivación. Así que debemos ser proactivos y generar situaciones y retos con el fin de obligarnos a salir de la zona cómoda. Te recomiendo la estrategia de los pequeños cambios en lugar de los grandes cambios. Salir de la zona cómoda a través de pequeños cambios no sólo hace más fácil afrontar objetivos y desafíos manejando el miedo, sino que facilita la generación de hábitos sostenibles, lo que es la clave para que dichos cambios se incorporen a nuestra vida de forma totalmente automática y natural.

Para concluir, diré que debemos desarrollar la automotivación intrínseca, esta habilidad clave de la inteligencia emocional, y no esperar a que los demás o los elementos externos se ocupen de nuestra motivación. En este caso, nos convertiremos en personas débiles y dependientes, mientras que si desarrollamos recursos internos de automotivación con las recomendaciones de este post, nunca más buscaremos la motivación fuera. De forma natural, volveremos nuestra mirada hacia nuestro interior, donde están los mayores tesoros del universo. La clave es aprender a encontrar esos tesoros dentro de nosotros…

Si quieres comprar mi nuevo libro «7 hábitos de mindfulness para el éxito», pincha en el siguiente link: Comprar el libro

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y autor de 5 libros.

¿Por qué todos necesitamos un coach?

No tengo ninguna duda que todos necesitamos un coach, en uno o varios momentos de nuestra vida. Me refiero, por supuesto, a trabajar con un coach profesional, ya sea para lograr objetivos personales o profesionales. Yo mismo he tenido mi propio coach.

¿Por qué lo necesitamos todos? Resumiendo, puede haber muchos más motivos, pero creo que toda persona necesita un coach, aunque no lo reconozca o no lo sepa, por 3 motivos fundamentales:

  1. Para conocerte mejor, ayudarte a cuestionarte a ti mismo/a,  y definir tus auténticas metas.
  2. Para que asumas la responsabilidad de tu vida, de tus decisiones, actitudes y conductas. 
  3. Para movilizarte a actuar, tomar las decisiones y generar los hábitos necesarios para conseguir tus objetivos, venciendo el miedo, la pereza y las excusas.

Método Coaching de Javier Carril

Es muy habitual que no tengamos claridad sobre nuestra vida, sobre quienes somos, sobre cuales son nuestros valores y cuales son nuestros sesgos mentales. Ni siquiera tenemos claros cuales son nuestros objetivos.

El gran problema es no ser consciente de esta falta de claridad. El verdadero ignorante no es el que no sabe, sino el que cree que ya lo sabe todo. Y es bastante probable que hayamos caído en una especie de auto complacencia inconsciente en la cual no nos estemos dando cuenta de nuestras limitaciones, carencias y obstáculos internos. Y en este caso, sin duda no estaremos logrando todo lo que podríamos lograr si tuviéramos claridad, si aumentáramos nuestro nivel de conciencia sobre todo lo mencionado antes. En definitiva, creemos que nos conocemos y que lo tenemos todo muy claro, pero no es cierto. 

El coach te obliga a pararte, a reflexionar con espíritu crítico sobre tus decisiones, acciones y actitudes, así como sobre tus ideas preconcebidas y convicciones. Gerry Spence dijo: «Prefiero que mi mente se abra movida por la curiosidad en lugar de que se cierre movida por la convicción». ¡Qué común es que nuestra mente se vaya cerrando más y más movida por nuestras convicciones! Esas convicciones que nos ofrecen tanta seguridad, pero una vida mediocre e infeliz. Por eso, uno de los aspectos que un coach va a hacer es que examines tus convicciones e ideas preconcebidas, con el fin de que seas consciente de cómo esas convicciones están limitando tu potencial.

Además, el coach va a explorar contigo tus valores y motivaciones profundas, tu misión en la vida, tu visión personal. A todo esto me gusta llamarle nuestras raíces. Si fuéramos un árbol, lo anterior conforman las raíces, la base de todo. Si las raíces de un árbol están podridas o mal cuidadas, será imposible que ese árbol crezca sano y dé frutos sabrosos. Una persona es igual, debe examinar sus raíces y limpiar las que estén en mal estado, las que no le ayuden a crecer y evolucionar como ser humano. A partir de limpiar las raíces, podemos empezar a cambiar nuestras conductas, actitudes, decisiones y estrategias para alcanzar la mejor versión de nosotros y alcanzar logros inimaginables ahora mismo.

Uno de los obstáculos que veo en las personas que no se quieren plantear esta introspección es el miedo. Creemos que vamos a encontrar cosas muy oscuras si miramos dentro de nosotros. Sin embargo, un buen coach te ayudará a realizar esa introspección de manera amable y saludable, incluso apasionante. Y te aseguro que vas a encontrar más luz que oscuridad en tus raíces, más elementos sorprendentemente poderosos que limitantes. Así que merece la pena ahondar y ver bajo la superficie de tu vida y de tu ego, para conectar con tu ser más profundo.

¿Más razones para que todo el mundo necesite un coach? Desde luego, porque no sólo todos necesitamos aumentar nuestro nivel de consciencia y autoconocimiento hasta el infinito, sino también necesitamos que nos movilicen hacia las acciones y decisiones que nos van a llevar a alcanzar todos los objetivos y sueños que tengamos. Y una vez más, aparece como fuerza terrible el miedo: el miedo al cambio, el miedo a sufrir, el miedo a que nos hagan daño, el miedo al fracaso.

Para ello, el coaching es una metodología que ayuda a establecer etapas, pequeñas metas, pequeños logros y avances, con el fin de superar nuestros miedos. La clave para cambiar nuestras ideas y convicciones limitantes está en la acción. Sólo actuando y tomando decisiones vamos a aprender todo lo que necesitamos aprender de cual es el obstáculo que nos está impidiendo alcanzar lo que deseamos, ya sea en la vida personal como en la carrera profesional. Por ello, un coach va a movilizarte para que experimentes, pruebes, actúes y tomes decisiones en tu vida real, como si fuera un laboratorio donde irás avanzando a través de aciertos y errores. Y sobre todo, la clave será ir generando unos hábitos duraderos relacionados con esas acciones y conductas, para que el cambio sea sostenible y permanente. Puedes echar un vistazo a este otro post que escribí sobre 5 estrategias para lograr nuestros objetivos.

Por último, aunque suene chocante, una de las razones más poderosas de la necesidad de tener un coach es el hecho de que no te va a dar soluciones o consejos, ya que este es el elemento esencial de la metodología del coaching, de ahí que un coach te va a hacer muchas preguntas y va a evitar resolverte la vida. Porque es crítico que empecemos a asumir la responsabilidad de nuestra vida puesto que nosotros sabemos mejor que nadie lo que necesitamos y queremos. Cuando un profesional nos recomienda ir por un camino o por otro, nos está limitando gravemente, porque nos impide pensar por nosotros mismos y decidir por nosotros mismos, que es la esencia del autoliderazgo y del crecimiento personal. Es como si estuvieran castrando todo nuestro enorme poder personal, porque cuando un profesional nos da una recomendación asume que nosotros solos no podemos conseguirlo y además nos impide pensar, lo cual es mucho más cómodo.

El coach no va a actuar de esta manera, porque confía plenamente que tú tienes las soluciones y las respuestas en tu interior, sólo necesitas despejar la niebla que te impide ver con claridad. En eso consiste la labor del coach, en ayudarte a despejar esa niebla para que poco a poco vayas aumentando esa claridad y vayas tomando las decisiones importantes que necesitas tomar para elevarte a un nivel superior en tu vida y en tu trabajo.

Si quieres comprar mi nuevo libro «7 hábitos de mindfulness para el éxito», pincha en el siguiente link: Comprar el libro

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y autor de 5 libros.

Presentación de mi libro «7 hábitos de mindfulness»

Me hace mucha ilusión compartir contigo que el próximo jueves 19 de abril a las 19 h. presento mi nuevo libro «7 hábitos de Mindfulness para el éxito» en el auditorio de la Torre BBVA Saenz de Oiza, en Pº Castellana, 81. Madrid. Y por supuesto, ¡Estás invitado! Me encantará, querido lector o lectora, que vengas y me acompañes en este momento tan especial.

Te adjunto aquí la invitación a la presentación. Es necesario confirmar enviando un e-mail a eventos@editorialkolima.com

Hoy mismo he impartido un taller de 4 horas de mindfulness para directivos de Recursos Humanos y de Prevención de Riesgos de unas 23 empresas. Los participantes han realizado reflexiones interesantes sobre la importancia de desarrollar la atención en el momento presente a través del entrenamiento mindfulness para evitar accidentes laborales de tráfico (muy habituales) y también accidentes con maquinaria peligrosa. Otra de las conclusiones es que la atención y la conciencia ayuda a los empleados a ser menos impulsivos y reactivos ante los problemas, reduciéndose drásticamente los conflictos y mejorando el clima laboral y la motivación. El mindfulness debe ser una herramienta preventiva, nunca reactiva. Es decir, las empresas deben tomar medidas de forma proactiva para prevenir accidentes y bajas laborales por estrés, ansiedad o depresión, que tienen un altísimo coste humano y económico. Se debe promover meditación en lugar de medicación.

Me gustan esas bolas de cristal de nieve, que contienen una figura o un paisaje y que al agitarla se llena de nieve volando dentro de la bola de cristal, y no deja ver lo que hay en el interior. Si dejamos quieta la bola, poco a poco, los copitos de nieve de la bola se van posando en la superficie y entonces podemos ver con claridad la imagen (un árbol de Navidad, unas bailarinas, una casa rural en un paisaje invernal, etc.).

Pues bien, nuestra mente es como la bola de nieve cuando la agitamos. Confundida por el maremagnum de pensamientos (copitos de nieve) que llenan nuestra mente constantemente, no somos capaces de ver con claridad la realidad. Los pensamientos nublan nuestra conciencia y andamos estresados y dispersos, haciendo cosas sin parar, a toda velocidad, como pollos sin cabeza, sin rumbo.

Necesitamos parar. Sólo parando frecuentemente lograremos que los copitos de nieve se posen en la superficie y nos dejen ver la «imagen» de nuestra vida. Cuando paremos, miremos hacia fuera, hacia un lado, hacia otro. Miremos hacia dentro también, hacia nuestro interior, prestémonos atención para ver cómo nos sentimos. Después de la parada, nuestra mente habrá ganado claridad y serenidad. Y si paramos frecuentemente, nuestra percepción de las cosas irá siendo más clara y precisa, y eso nos ayudará a mejorar nuestra vida y nuestra carrera profesional. En definitiva, si quieres avanzar, debes parar, aunque suene paradójico. La mayoría de las personas está abducida por el modo «hacer», y  no se para nunca para reflexionar, para cuestionarse, para refocalizarse. Sigue corriendo a todas partes, como los hámsters que corren en la rueda interminablemente y sin sentido.

Si vienes a la presentación, te contaré muchas más cosas, trataré de provocar tu reflexión, de inspirarte y de remover tu conciencia. Además, experimentarás el mindfulness a través de un ejercicio práctico guiado, y por supuesto te podrás llevar un ejemplar firmado por mí si quieres. ¡Anímate y nos vemos el día 19!

Si no puedes venir a la presentación y quieres comprar el libro, pincha en el siguiente link: Comprar el libro

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y escritor.

Propósitos de nuevo año: ¿Cuantos lo consiguen?

¿Te has preguntado qué porcentaje de personas no cumplen sus propósitos de nuevo año? Cada vez que hago esta pregunta en la parte final de los cursos de Mindfulness que imparto en numerosas empresas, todos los participantes responden, entre sonrisas irónicas, que entre un 90% y un 99% no cumplen sus propósitos de nuevo año…

En Reino Unido se realizó esta misma pregunta a 3000 personas, y un 88% reconocieron que no habían cumplido sus propósitos de inicio de año. Es abrumador y realmente triste que prácticamente el 90% de la población no consiga sus objetivos. Entonces, ¿Para qué nos marcamos, año tras año, nuevos objetivos? ¿Para fracasar y sentirnos mal con nosotros mismos? Porque esta es la consecuencia de fracasar. Nos frustramos y desmotivamos, y eso nos lleva a pensar que no tenemos fuerza de voluntad, que no somos capaces, y cosas por el estilo que poco a poco van hundiendo nuestra autoestima. Es decir, es más serio de lo que parece.

Pero ¿Cual es la razón principal que declararon ese 88% del estudio? El motivo fundamental es que nos marcamos hitos demasiado ambiciosos a corto plazo. O dicho de otro modo, somos demasiado impacientes y poco realistas. Así que ¿Por qué no adoptamos la estrategia contraria? Es decir, marcarnos objetivos muy pequeños y poco ambiciosos al principio, y cuando los tengamos consolidados, continuamos avanzando y aumentando la dificultad de los mismos.

Lo más normal es que, si adoptamos esta estrategia de «pasitos pequeños constantes», vayamos logrando pequeños éxitos, lo cual nos va a proporcionar motivación y autoconfianza, lo que desembocará en pensamientos positivos sobre nosotros (justo el proceso contrario al que describíamos anteriormente, tan destructivo e inútil). Es decir, se trata de jugar con una red de seguridad, de garantizarnos la imposibilidad de fracasar, y de ir aumentando nuestra autoestima poco a poco, pero de forma sólida.

El gurú del crecimiento personal Anthony Robbins dijo: «Nos subestimamos respecto a lo que podemos lograr en el largo plazo, y nos sobreestimamos respecto a lo que podemos conseguir a corto plazo». Totalmente de acuerdo. Si no queremos formar parte de la legión de personas que se sienten fracasadas por no lograr, año tras año, sus propósitos de inicio de año, probemos por una vez la estrategia contraria a la habitual. Empecemos dando un pasito, y convirtámoslo en un hábito sólido antes de dar el siguiente pasito, y así sucesivamente.

Es mucho más fácil generar un hábito realizando avances pequeños y fáciles. Es la filosofía del Kaizen, metodología de origen japonés de hace 500 años, que luego se exportó a Occidente y al mundo empresarial con notable éxito (en la segunda guerra mundial, en la cadena de montaje de las fábricas de Toyota, en los procesos de calidad empresariales mediante la mejora continua…).

Además del kaizen (mejora continua a través de pequeñas mejoras o pasitos), es importante tener en cuenta que el cerebro funciona por repetición. Es decir, cuando queremos incorporar una acción o conducta como un hábito, debemos repetir dicha acción una y otra vez, hasta que nuestro cerebro ha generado las suficientes conexiones neuronales como para automatizarlo y pasarlo al inconsciente. Relacionado con esto, tenemos la teoría, validada por diversos estudios, de los 21 días consecutivos de media. Es decir, que para generar un hábito, debes repetir la misma acción unos 21 días consecutivos. Fue William James, el padre de la psicología moderna, quien defendió por primera vez esta teoría.

Si mezclamos el kaizen con la repetición de la conducta, es evidente que es mucho más fácil repetir 21 días consecutivos una acción sencilla y pequeña que una ambiciosa y compleja. Muchas personas empiezan con mucha fuerza con sus propósitos, pero luego se van deshinchando por el camino hasta que, pocos meses después, han vuelto al inicio. La razón es que es muy complicado repetir 21 días consecutivos un cambio demasiado grande. Sencillamente, al cerebro le cuesta enormemente sostener todo ese tiempo un gran cambio.

Conclusión. No tengas prisa ni impaciencia. Empieza poquito a poquito, márcate hitos totalmente alcanzables, incluso ridículamente sencillos y fáciles de conseguir. Y cuando notes que están consolidados, subes el siguiente escalón para consolidarlo de nuevo a través de la repetición. Aunque te parezca un proceso lento, te aseguro que no lo es. En poco tiempo te encontrarás inmerso en una nueva realidad, que te dará una gran confianza y motivación, que se extenderán a todas las facetas de tu vida y de tu trabajo. Y ya pertenecerás al selecto 20% de personas que sí logran sus propósitos de inicio de año.

¿Aún no has comprado mi último libro? Pincha en el link «El hombre que se atrevió a soñar» 20 relatos de motivación y liderazgo. si quieres comprarlo on line. También está a la venta en las librerías más importantes de España.

sobremi

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y escritor.

Las 4 claves para generar hábitos positivos

«Somos lo que hacemos cada día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito». Dijo Aristóteles. Un hábito es una acción o conducta que tenemos integrada en el inconsciente, y que por tanto realizamos sin ningún esfuerzo de nuestro cerebro. Es algo que hacemos sin cuestionarnos, sin dudar, de forma regular.

Hace poco leí que se había realizado una encuesta en el Reino Unido a 3000 personas, sobre el grado de cumplimiento de sus nuevos propósitos de inicio de año. ¿Adivinas qué porcentaje de personas reconocieron que no habían conseguido dichos propósitos? El 88%. 

A toda persona que le pregunto esto me responde incluso con porcentajes superiores, lo que me indica que todos tenemos muy claro que por lo general no cumplimos nuestros propósitos de inicio de año. Empezamos con muchas ganas y con mucha fuerza, pero como una burbuja nos vamos desinflando lentamente. Pero ¿Cual es la razón principal?

El motivo principal es que nos planteamos nuestros objetivos con la estrategia equivocada, es decir, somos demasiado ambiciosos y poco realistas. O quizá debería decir impacientes. La impaciencia, el cortoplacismo, y querer realizar cambios demasiado bruscos o ambiciosos nos llevan a un fracaso inevitable. Este fracaso, año tras año, tiene consecuencias. Cuando fracasamos a la hora de cumplir nuestros compromisos, nuestro estado de ánimo, nuestra autoestima y nuestra autoconfianza se van deteriorando progresivamente, hasta que dejamos de creer en nosotros. Este es un día trágico en la vida de una persona.

Estoy leyendo un libro donde se repasa la filosofía de numerosos personajes de éxito del siglo XX y XXI, y la mayoría de ellos habla de la importancia trascendental de la perseverancia y la disciplina, que se concreta en la capacidad de generar hábitos. Todos coinciden que es mucho más importante esta perseverancia que el talento o la inteligencia.

Los hábitos positivos autogenerados cambian nuestra estructura cerebral, generan nuevas y fuertes conexiones neuronales, desafían nuestras creencias o juicios autolimitantes, y potencian nuestra motivación y autoestima. Para lograr incorporar hábitos positivos y productivos a nuestra vida, es importante conocer unas claves prácticas fundamentales para aprender a generarlos. Pruébalos por ti mismo y verás que funcionan:

1. Repite, repite y repite la acción. La primera clave es repetir la misma acción o conducta una y otra vez. La repetición genera conexiones neuronales en nuestro cerebro cada vez más sólidas. Si es una acción semanal, repítela todas las semanas. Si es una acción diaria, todos los días. Sin descanso, sin fallar. Pero si fallas, no te preocupes, continúa sin juzgarte ni castigarte, no tiene sentido derrochar energía inútil en tratarte mal a ti mismo. Simplemente continúa repitiendo la acción o conducta. Hay teorías aceptadas de la psicología moderna que nos recomiendan un mínimo de 21 veces consecutivas, aunque esto puede variar ligeramente para ti. Lo importante del número 21 es que no te permite relajarte si has repetido 15 días consecutivos una misma acción. Debes seguir.

2. Da pasos muy pequeños de forma constante. Al contrario de nuestra estrategia habitual con los nuevos propósitos, debemos plantearnos avanzar mediante pasitos muy pequeños, avances muy poco ambiciosos. Cuanto más pequeño y sencillo sea el paso, más garantías tienes de que lo vas a cumplir, lo cual va a generar en ti confianza y motivación para seguir avanzando, y para ir aumentando la dificultad a medida que te sientes más preparado. No debes dejar que tus prejuicios te saboteen diciéndote cosas como «A este ritmo no voy a lograrlo nunca», o «Esto es demasiado lento». No permitas que la impaciencia y el cortoplacismo derrumben tu estrategia. Confía y los resultados llegarán.

3. Hazlo siempre en el mismo momento y lugar. Si la conducta que queremos incorporar como hábito la hacemos unos días a primera hora del día, otros días a última hora, y otros días no la hacemos, entonces estamos mareando a nuestro cerebro. Se trata de ponérselo fácil, y es de sentido común que haciéndolo siempre en el mismo momento y lugar, conseguiremos incorporarlo mucho antes a nuestra rutina. Nuestro propio cerebro llegará a recordarnos que debemos hacerlo a la hora elegida.

4. Comprométete con alguien, además de contigo. El compromiso público tiene una demostrada eficacia, porque si le contamos nuestro objetivo o propósito a alguien que nos importa, es más probable que lo cumplamos. ¿Por qué? Pues por la presión positiva que supone que una persona conozca nuestras intenciones. Si no lo conseguimos, estamos demostrando ante al menos una persona importante que no somos coherentes, y eso duele.

Te garantizo que con estas cuatro claves prácticas puedes incorporar cualquier acción o comportamiento a tu inconsciente como un hábito positivo. Yo lo he probado personalmente en muchas ocasiones, y con distintos objetivos. Siempre me ha funcionado. ¡Animo! Empieza a pensar en tus nuevos propósitos para el 2016, y a partir de enero, comienza a aplicar estas claves. ¡Te deseo mucho éxito!

¿Aún no has comprado mi último libro? Pincha en el link «El hombre que se atrevió a soñar» 20 relatos de motivación y liderazgo. si quieres comprarlo on line. También está a la venta en las librerías más importantes de España.

sobremi

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y escritor.