autoestima

/Tag:autoestima

Objetivo vs intención

Cuando queremos cambiar algo de nuestra vida que no nos hace felices, solemos manifestarlo a nuestras personas más cercanas, usando frases como:

  • «Me gustaría conseguir…»
  • «Debería hacer…»
  • «Voy a intentar hacer…»
  • «Tengo que hacer…»

No hay nada de malo en estas frases si somos conscientes de lo que significan. Tan sólo son deseos, expectativas o intenciones positivas. Nada más. El problema es confundir estas expresiones con el hecho de habernos marcado un verdadero objetivo, que lleva consigo, por definición, un auténtico compromiso con lograrlo. Probablemente todos comenzamos con estos deseos o intenciones positivas y está genial. Pero en algún momento necesitamos transformar esas intenciones positivas en verdaderos objetivos. De lo contrario, esas manifestaciones se quedarán en simples deseos sin cumplir, y generarán un efecto devastador en nuestra autoestima y nuestra motivación, porque serán una cantinela constante en nuestra mente que nos tortura y recuerda lo débiles y poco disciplinados que somos. Generará en nosotros frustración, enfado, culpabilidad y finalmente resignación.

Hay personas que hablan y hablan sobre sus deseos, intenciones y propósitos de cambiar o mejorar aspectos de su vida, como un trabajo desmotivante, un cuerpo con sobrepeso o una ansiedad galopante. Sin embargo, no hacen nada. O si hacen algo, es puntual y efímero, y termina difuminándose poco a poco. ¿Eres tú una de estas personas? ¿Qué te hace sentir? Seguro que no es algo de lo que estés satisfecho/a. Pero te voy a dar una buena noticia: puedes cambiar ese patrón.

Pero para poder convertir tus «Debería…» y «Me gustaría…» en objetivos necesitas asumir un auténtico compromiso. De lo contrario es mejor ni empezar. En mi caso, siempre tengo una lista de deseos e intenciones positivas, pero los dejo congelados en el estado «Intención» hasta que siento que estoy preparado para conseguirlo. Entonces lo transformo en una meta porque se ha convertido en prioritario, y me comprometo totalmente con el objetivo. Voy a por ello con todas mis fuerzas.

Para definir bien el objetivo utilizo el modelo MARTE. MARTE son las iniciales de las características que debe tener un objetivo para que no sea una simple intención o deseo. Es decir, un objetivo debe ser Medible, Alcanzable y Retador al mismo tiempo, debe estar Temporizado (fecha de inicio, fecha de finalización) y sobre todo, debe ser Específico.

Al dejar congeladas mis intenciones positivas o deseos, sin comprometerme con ellos ni hablar de ellos con nadie hasta estar realmente preparado para acometerlos, evito la frustración y culpabilidad que emerge cuando sabemos que no estamos trabajando activamente en algo que queremos cambiar y que hemos expresado abiertamente. En el momento en que decidimos ir a por ello con toda nuestra energía, es cuando debemos convertirlo en objetivo y compartir nuestro objetivo con las personas cercanas, que es el llamado compromiso público, una estrategia efectiva de presión positiva.

Soy un firme seguidor de la frase “Cuando un samurai dice que va a hacer algo, ya está hecho”, que pertenece al código del Bushido de los Samurais. Esta frase es la máxima expresión del compromiso. Y me lo aplico diariamente a mí mismo. Es decir, raramente hablo de mis intenciones o ideas de mejorar o cambiar aspectos de mi vida que se han deteriorado o descolocado. Sin embargo, cuando me comprometo verbalmente con alguien a que voy a hacer algo, ya sea en el ámbito personal como en el profesional, esa persona puede estar segura de que lo haré en la forma y fecha a la que me he comprometido. Este nivel de compromiso nos proporciona una confianza y una fortaleza mental y emocional espectaculares. Además, transmitimos a los demás una imagen de credibilidad, confianza y liderazgo. Pero claro, ¡Hay que cumplir sin excusas!

No tiene ningún sentido ni utilidad hablar de las muchas intenciones positivas que tenemos. Es mejor ser prudentes porque de lo contrario transmitimos debilidad y falta de disciplina y liderazgo a los demás. Y cuando nos comprometemos, es crucial que empleemos todos nuestros recursos y habilidades para cumplir con nuestro objetivo.

Para terminar, yo diría que además de la importancia de la imagen que transmitimos a los demás, está el mensaje que nos damos a nosotros mismos cuando no cumplimos o cuando nos pasamos la vida deseando cosas sin ponernos a trabajar en serio para conseguirlas. Sin duda, es una carga muy pesada. Así que sé consciente de tus deseos e intenciones positivas, pero déjalos congelados hasta el momento en que sientas que estás preparado/a para afrontarlas. Y en ese momento, ve a por ellos con todas tus fuerzas, y comprométete a muerte tanto contigo como con los demás.

Por supuesto, debemos pedir apoyo si sentimos que no tenemos las estrategias o habilidades necesarias para ello. Contratar a un Coach para que te ayude a transformar tus «Deberías..» y «Tengo que…» en auténticos objetivos es algo que hacen las personas de éxito, las personas inconformistas y ambiciosas. Un Coach además se asegurará de ayudarte a identificar todo aquello que te esté impidiendo avanzar, y también de que finalmente actúes y sigas un plan seguro para alcanzar tus objetivos.

Te animo a que escribas una lista de todas tus intenciones positivas y deseos. Y después, decide si estás preparado/a para afrontar uno de ellos. Si es así, conviértelo en un objetivo MARTE y aplica la máxima de los Samurais. Comprométeme al máximo sin excusas ni justificaciones. En el momento en que digas a alguien (o a ti mismo/a) que vas a lograr dicho objetivo, ya estará hecho.

Ya está abierta la convocatoria para la 2ª edición del curso «MBSR (Reducción de estrés con Mindfulness)» que impartiré online desde mediados de enero a marzo. Mira en el link toda la información. Curso MBSR online

¿Aún no has leído mi nuevo libro «Reconecta contigo»? Ahora puedes leer el primer capítulo del libro, en este link: Primer capítulo Reconecta contigo Y si quieres comprarlo, en este link: Libro «Reconecta contigo»

 

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y autor de 5 libros.

Propósitos de nuevo año: ¿Cuantos lo consiguen?

¿Te has preguntado qué porcentaje de personas no cumplen sus propósitos de nuevo año? Cada vez que hago esta pregunta en la parte final de los cursos de Mindfulness que imparto en numerosas empresas, todos los participantes responden, entre sonrisas irónicas, que entre un 90% y un 99% no cumplen sus propósitos de nuevo año…

En Reino Unido se realizó esta misma pregunta a 3000 personas, y un 88% reconocieron que no habían cumplido sus propósitos de inicio de año. Es abrumador y realmente triste que prácticamente el 90% de la población no consiga sus objetivos. Entonces, ¿Para qué nos marcamos, año tras año, nuevos objetivos? ¿Para fracasar y sentirnos mal con nosotros mismos? Porque esta es la consecuencia de fracasar. Nos frustramos y desmotivamos, y eso nos lleva a pensar que no tenemos fuerza de voluntad, que no somos capaces, y cosas por el estilo que poco a poco van hundiendo nuestra autoestima. Es decir, es más serio de lo que parece.

Pero ¿Cual es la razón principal que declararon ese 88% del estudio? El motivo fundamental es que nos marcamos hitos demasiado ambiciosos a corto plazo. O dicho de otro modo, somos demasiado impacientes y poco realistas. Así que ¿Por qué no adoptamos la estrategia contraria? Es decir, marcarnos objetivos muy pequeños y poco ambiciosos al principio, y cuando los tengamos consolidados, continuamos avanzando y aumentando la dificultad de los mismos.

Lo más normal es que, si adoptamos esta estrategia de «pasitos pequeños constantes», vayamos logrando pequeños éxitos, lo cual nos va a proporcionar motivación y autoconfianza, lo que desembocará en pensamientos positivos sobre nosotros (justo el proceso contrario al que describíamos anteriormente, tan destructivo e inútil). Es decir, se trata de jugar con una red de seguridad, de garantizarnos la imposibilidad de fracasar, y de ir aumentando nuestra autoestima poco a poco, pero de forma sólida.

El gurú del crecimiento personal Anthony Robbins dijo: «Nos subestimamos respecto a lo que podemos lograr en el largo plazo, y nos sobreestimamos respecto a lo que podemos conseguir a corto plazo». Totalmente de acuerdo. Si no queremos formar parte de la legión de personas que se sienten fracasadas por no lograr, año tras año, sus propósitos de inicio de año, probemos por una vez la estrategia contraria a la habitual. Empecemos dando un pasito, y convirtámoslo en un hábito sólido antes de dar el siguiente pasito, y así sucesivamente.

Es mucho más fácil generar un hábito realizando avances pequeños y fáciles. Es la filosofía del Kaizen, metodología de origen japonés de hace 500 años, que luego se exportó a Occidente y al mundo empresarial con notable éxito (en la segunda guerra mundial, en la cadena de montaje de las fábricas de Toyota, en los procesos de calidad empresariales mediante la mejora continua…).

Además del kaizen (mejora continua a través de pequeñas mejoras o pasitos), es importante tener en cuenta que el cerebro funciona por repetición. Es decir, cuando queremos incorporar una acción o conducta como un hábito, debemos repetir dicha acción una y otra vez, hasta que nuestro cerebro ha generado las suficientes conexiones neuronales como para automatizarlo y pasarlo al inconsciente. Relacionado con esto, tenemos la teoría, validada por diversos estudios, de los 21 días consecutivos de media. Es decir, que para generar un hábito, debes repetir la misma acción unos 21 días consecutivos. Fue William James, el padre de la psicología moderna, quien defendió por primera vez esta teoría.

Si mezclamos el kaizen con la repetición de la conducta, es evidente que es mucho más fácil repetir 21 días consecutivos una acción sencilla y pequeña que una ambiciosa y compleja. Muchas personas empiezan con mucha fuerza con sus propósitos, pero luego se van deshinchando por el camino hasta que, pocos meses después, han vuelto al inicio. La razón es que es muy complicado repetir 21 días consecutivos un cambio demasiado grande. Sencillamente, al cerebro le cuesta enormemente sostener todo ese tiempo un gran cambio.

Conclusión. No tengas prisa ni impaciencia. Empieza poquito a poquito, márcate hitos totalmente alcanzables, incluso ridículamente sencillos y fáciles de conseguir. Y cuando notes que están consolidados, subes el siguiente escalón para consolidarlo de nuevo a través de la repetición. Aunque te parezca un proceso lento, te aseguro que no lo es. En poco tiempo te encontrarás inmerso en una nueva realidad, que te dará una gran confianza y motivación, que se extenderán a todas las facetas de tu vida y de tu trabajo. Y ya pertenecerás al selecto 20% de personas que sí logran sus propósitos de inicio de año.

¿Aún no has comprado mi último libro? Pincha en el link «El hombre que se atrevió a soñar» 20 relatos de motivación y liderazgo. si quieres comprarlo on line. También está a la venta en las librerías más importantes de España.

sobremi

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y escritor.

Las 4 claves para generar hábitos positivos

«Somos lo que hacemos cada día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito». Dijo Aristóteles. Un hábito es una acción o conducta que tenemos integrada en el inconsciente, y que por tanto realizamos sin ningún esfuerzo de nuestro cerebro. Es algo que hacemos sin cuestionarnos, sin dudar, de forma regular.

Hace poco leí que se había realizado una encuesta en el Reino Unido a 3000 personas, sobre el grado de cumplimiento de sus nuevos propósitos de inicio de año. ¿Adivinas qué porcentaje de personas reconocieron que no habían conseguido dichos propósitos? El 88%. 

A toda persona que le pregunto esto me responde incluso con porcentajes superiores, lo que me indica que todos tenemos muy claro que por lo general no cumplimos nuestros propósitos de inicio de año. Empezamos con muchas ganas y con mucha fuerza, pero como una burbuja nos vamos desinflando lentamente. Pero ¿Cual es la razón principal?

El motivo principal es que nos planteamos nuestros objetivos con la estrategia equivocada, es decir, somos demasiado ambiciosos y poco realistas. O quizá debería decir impacientes. La impaciencia, el cortoplacismo, y querer realizar cambios demasiado bruscos o ambiciosos nos llevan a un fracaso inevitable. Este fracaso, año tras año, tiene consecuencias. Cuando fracasamos a la hora de cumplir nuestros compromisos, nuestro estado de ánimo, nuestra autoestima y nuestra autoconfianza se van deteriorando progresivamente, hasta que dejamos de creer en nosotros. Este es un día trágico en la vida de una persona.

Estoy leyendo un libro donde se repasa la filosofía de numerosos personajes de éxito del siglo XX y XXI, y la mayoría de ellos habla de la importancia trascendental de la perseverancia y la disciplina, que se concreta en la capacidad de generar hábitos. Todos coinciden que es mucho más importante esta perseverancia que el talento o la inteligencia.

Los hábitos positivos autogenerados cambian nuestra estructura cerebral, generan nuevas y fuertes conexiones neuronales, desafían nuestras creencias o juicios autolimitantes, y potencian nuestra motivación y autoestima. Para lograr incorporar hábitos positivos y productivos a nuestra vida, es importante conocer unas claves prácticas fundamentales para aprender a generarlos. Pruébalos por ti mismo y verás que funcionan:

1. Repite, repite y repite la acción. La primera clave es repetir la misma acción o conducta una y otra vez. La repetición genera conexiones neuronales en nuestro cerebro cada vez más sólidas. Si es una acción semanal, repítela todas las semanas. Si es una acción diaria, todos los días. Sin descanso, sin fallar. Pero si fallas, no te preocupes, continúa sin juzgarte ni castigarte, no tiene sentido derrochar energía inútil en tratarte mal a ti mismo. Simplemente continúa repitiendo la acción o conducta. Hay teorías aceptadas de la psicología moderna que nos recomiendan un mínimo de 21 veces consecutivas, aunque esto puede variar ligeramente para ti. Lo importante del número 21 es que no te permite relajarte si has repetido 15 días consecutivos una misma acción. Debes seguir.

2. Da pasos muy pequeños de forma constante. Al contrario de nuestra estrategia habitual con los nuevos propósitos, debemos plantearnos avanzar mediante pasitos muy pequeños, avances muy poco ambiciosos. Cuanto más pequeño y sencillo sea el paso, más garantías tienes de que lo vas a cumplir, lo cual va a generar en ti confianza y motivación para seguir avanzando, y para ir aumentando la dificultad a medida que te sientes más preparado. No debes dejar que tus prejuicios te saboteen diciéndote cosas como «A este ritmo no voy a lograrlo nunca», o «Esto es demasiado lento». No permitas que la impaciencia y el cortoplacismo derrumben tu estrategia. Confía y los resultados llegarán.

3. Hazlo siempre en el mismo momento y lugar. Si la conducta que queremos incorporar como hábito la hacemos unos días a primera hora del día, otros días a última hora, y otros días no la hacemos, entonces estamos mareando a nuestro cerebro. Se trata de ponérselo fácil, y es de sentido común que haciéndolo siempre en el mismo momento y lugar, conseguiremos incorporarlo mucho antes a nuestra rutina. Nuestro propio cerebro llegará a recordarnos que debemos hacerlo a la hora elegida.

4. Comprométete con alguien, además de contigo. El compromiso público tiene una demostrada eficacia, porque si le contamos nuestro objetivo o propósito a alguien que nos importa, es más probable que lo cumplamos. ¿Por qué? Pues por la presión positiva que supone que una persona conozca nuestras intenciones. Si no lo conseguimos, estamos demostrando ante al menos una persona importante que no somos coherentes, y eso duele.

Te garantizo que con estas cuatro claves prácticas puedes incorporar cualquier acción o comportamiento a tu inconsciente como un hábito positivo. Yo lo he probado personalmente en muchas ocasiones, y con distintos objetivos. Siempre me ha funcionado. ¡Animo! Empieza a pensar en tus nuevos propósitos para el 2016, y a partir de enero, comienza a aplicar estas claves. ¡Te deseo mucho éxito!

¿Aún no has comprado mi último libro? Pincha en el link «El hombre que se atrevió a soñar» 20 relatos de motivación y liderazgo. si quieres comprarlo on line. También está a la venta en las librerías más importantes de España.

sobremi

JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y escritor.