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Vivir sin arrepentirse de nada

El último post del año lo dediqué a introducir los enormes aprendizajes que obtuvo Bronnie Ware después de dedicar más de 10 años de su vida a cuidar a enfermos terminales. Bronnie escribió el libro «Los 5 principales arrepentimientos de las personas moribundas» y se convirtió en un éxito de ventas mundial. Repasemos brevemente las 5 principales razones por las cuales los seres humanos nos arrepentimos, algo que aprendió Bronnie con muchos de sus clientes, con los que llegó a entablar relaciones muy profundas.

  1. No haber mantenido el contacto con los amigos auténticos.
  2. No mostrarnos tal y como somos y no expresar nuestros sentimientos a las personas importantes de nuestra vida.
  3. Dedicar demasiado tiempo y energía al trabajo.
  4. Vivir la vida que esperan los demás de nosotros, no la que realmente deseamos.
  5. No darnos el permiso de ser felices, no darnos cuenta de que es una elección de cada día.

Sobre los dos primeros, puedes leer el post «Las 5 decisiones más importantes de nuestra vida» que publiqué hace un mes. En este post me centraré en los otros 3 arrepentimientos, siempre dándole la vuelta con el fin de extraer la decisión clave que necesitamos tomar aquí y ahora, no dentro de un mes ni dentro de un año. Porque la vida no nos espera, lo seguimos comprobando casi cada día. El problema es que creemos que todos vamos a vivir hasta los 80 o 90 años, y por eso no vemos la urgencia de tomar determinadas decisiones con total compromiso. Hasta que un día ya es demasiado tarde, ya no hay tiempo, y de ahí viene terminar nuestra vida de forma muy triste, arrepintiéndonos de no haber tomado determinadas decisiones. Así que en base a los arrepentimientos, veamos las otras 3 decisiones cruciales de nuestra vida:

  1. Mantener un equilibrio entre el tiempo dedicado a tu trabajo y el tiempo dedicado a tu vida personal. Mucha gente dedica demasiado tiempo al trabajo, a intentar lograr una carrera profesional exitosa, a ganar más dinero, etc. Y no hay nada malo en ello, siempre que no estemos sacrificando otros aspectos importantes de nuestra vida. Está claro que el tiempo es limitado, sólo tenemos 1440 minutos al día incluyendo el tiempo para dormir. Y si dedicamos muchas horas al trabajo, estaremos quitándoselo a nuestro tiempo personal para descansar, para nuestras aficiones, para estar con nuestra familia o amigos. Una de las cosas más importantes que he aprendido en mi vida es que si te obsesionas demasiado con un ámbito de tu vida, tu vida se desequilibra, y eso empieza a generarte problemas y agujeros por donde se te va la energía, la motivación y la felicidad. Por eso, una gran decisión es poner límites a tu trabajo. Bronnie tuvo más de un cliente al que le apasionaba su trabajo y por eso se volcó totalmente en él, y aun así, se arrepintió al final de su vida porque su relación con las personas más queridas se había deteriorado para siempre. Así que el hecho de que te encante tu trabajo no justifica el hecho de que desequilibres el resto de áreas vitales.
  2. Vivir la vida que realmente quieres, y no la que esperan los demás o la sociedad de ti. Es evidente que la sociedad en la que crecemos tiene sus reglas y creencias de lo que es una persona exitosa y una persona fracasada. Desde niños se nos va introduciendo sutilmente una programación mental que tiene que ver con lo que se considera correcto y lo que no, lo que está bien y lo que está mal, lo que es verdad y lo que es mentira. Y por supuesto, nunca llegamos a cuestionarlo y eso conlleva vivir acorde con una serie de ideas preconcebidas que muchas veces nos encierran en una prisión que nos hace realmente infelices. Por eso, es necesario tomar la decisión de ser valientes y no dejarnos influenciar por los demás respecto a la vida que queremos vivir, lo que queremos estudiar, en lo que deseamos trabajar, etc. Porque esa es nuestra vida, y es nuestra única vida. Tenemos derecho a elegir cómo queremos vivir. Pero muchas personas querrán cambiarnos, querrán moldearnos con sus rígidas ideas y expectativas, querrán que vivamos la vida que consideran mejor o incluso la vida que no pudieron vivir. No lo olvides, sigue a tu corazón a la hora de tomar las decisiones vitales importantes de tu vida. Por supuesto, escucha todas las opiniones y perspectivas, pero luego eres tú quien tienes que decidir tu camino, nadie más (ni tus padres, ni tu pareja, ni tus amigos ni nadie).
  3. Elegir ser feliz aquí y ahora, darte el permiso de ser feliz hoy, porque es una elección diaria que todos podemos tomar. Es habitual escuchar a todo el mundo quejarse de prácticamente todo, y también juzgar y criticar a los demás. Parece que nunca estamos satisfechos. Cuando llueve nos quejamos porque es incómodo, y cuando no llueve nos preocupamos porque hay sequía. Y así con todo. Cuando conseguimos un objetivo, inmediatamente pensamos en el siguiente. Y solemos perdernos el momento presente porque, o bien estamos dándole vueltas amargamente a un acontecimiento del pasado que ya no se puede cambiar, o bien estamos preocupados por algo que podría suceder en el futuro pero que normalmente no llega a suceder. Todas estas tendencias provienen de nuestra mente limitada, que nos tortura constantemente con su tremenda negatividad y miedo, lo cual nos lleva a vivir una vida pobre y miserable, aunque tengamos sobrados motivos para sentirnos agradecidos y felices. Las personas antes de morir adquieren una sorprendente y repentina sabiduría, y se dan cuenta de este cotidiano amargor absurdo en el que está sumergido el ser humano. Por eso, es importante que tomes la decisión (porque sí, es una decisión personal) de ser feliz ahora mismo, no cuando tus hijos se independicen o tengan un trabajo estable, no cuando te jubiles, no cuando tengas más dinero, no cuando te hagan jefe ni cuando ganes la lotería. Date el permiso de ser feliz ahora mismo, elige la gratitud por las pequeñas cosas cotidianas hoy y cada día del resto de tu vida.

Vivir una vida plena y llegar al final de nuestra existencia sin arrepentirnos de nada es difícil aunque posible. Podemos aprovechar las lecciones que nos han dado las personas que han compartido su vulnerabilidad y sus arrepentimientos, para no repetir sus errores. Ese es su legado, y es nuestra responsabilidad aprovecharlo. Te invito a poner en práctica esta semana las 3 decisiones vitales de este post, con las siguientes preguntas:

  • ¿Dedicas demasiado tiempo a tu trabajo? ¿Te gustaría tener más tiempo para tus hijos, o para estar con tu pareja, o simplemente para cuidarte, para hacer más deporte o para tus aficiones? Entonces es momento de empezar a poner límites. Comienza a salir media hora antes de tu trabajo todos los días, y poco a poco ve adelantando la salida para ir dedicando más tiempo a otras facetas de tu vida. Trabaja para vivir, no vivas para trabajar. Aunque te encante tu trabajo.
  • ¿Estás trabajando en lo que realmente te apasiona? ¿Te gustaría formarte en una vieja pasión olvidada? Nunca es tarde, puedes empezar a vivir la vida que realmente quieres, no la que los demás te han impuesto sutilmente. Apúntate a un curso de una actividad que te motive (baile, teatro, coaching, pintura, etc.)
  • ¿Sueles perderte en preocupaciones por lo que pueda pasar en el futuro? ¿Te sientes irritable o con ansiedad en tu día a día? Una de las prácticas demostradas más efectivas para disfrutar más el momento presente es la meditación mindfulness. Ahora tienes una oportunidad única porque estás a tiempo de inscribirte al curso MBSR de mindfulness, ya que empezamos el 24 de enero y aún hay plazas (en el siguiente párrafo tienes un link con información detallada). Si te interesa, puedes apuntarte al webinar gratuito de presentación del curso el 17 de enero a las 19 h. escribiendo un e-mail a carmen.celemin@execoach.es

Ya está abierta la convocatoria para la 2ª edición del curso «MBSR (Reducción del estrés con Mindfulness)» que impartiré online desde mediados de enero a marzo. Mira en el link toda la información. Curso MBSR online

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JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y autor de 5 libros.

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Malala. Un ejemplo de liderazgo inspirador

Este fin de semana me ha impresionado la película sobre la vida de Malala, la niña pakistaní que con sólo 15 años se enfrentó a los talibanes poniendo en riesgo su vida. No tengo palabras para describir la película, que se titula «El me llamó Malala» y es un documental: preciosa, impactante, emocionante, dura, tierna, etc. Te la recomiendo efusivamente. Si quieres ver el trailer oficial, aquí lo tienes: Trailer Película Malala.

Malala

Pero sobre todo, nos retrata a Malala, uno de los ejemplos vivos más inspiradores de liderazgo y valentía en el mundo. Apuesto a que será uno de los personajes más importantes del siglo XXI, a la altura de figuras legendarias como Ghandi, Nelson Mandela o Martin Luther King.

Ya lo dijo el Premio Nobel de la Paz de 1952, Albert Schweitzer: «El ejemplo no es uno de los modos de influir en los demás. Es el único». Y Malala, la primera niña en recibir el Premio Nobel de la Paz en 2014, es un ejemplo de cómo enfrentarse a la intolerancia, el autoritarismo, la injusticia y el terrorismo.

En la película podemos escuchar a Malala decir con toda contundencia que no siente ningún rencor hacia los terroristas que le dispararon en la cabeza, incluso tiene la capacidad de ponerse en el lugar de los terroristas diciendo que sienten miedo y por eso asesinan y destruyen escuelas con sus bombas. Malala habla de compasión, un sentimiento muy necesario en el mundo. Y defiende la igualdad de todos los seres humanos, la libertad para expresarnos, y la educación como el arma más poderosa que tenemos.

Y derriba prejuicios sobre el islam, una religión que, según dice, defiende la paz y la igualdad. En Occidente son muy necesarios personajes como Malala para desterrar que el islam es una religión intolerante y radical. Intolerantes son los que interpretan de modo erróneo y manipulador dicha religión para perpetuarse en el poder. Al fin y al cabo, también el budismo y el cristianismo han sido y siguen siendo objeto de manipulación y radicalización.

Aunque yo no profese ninguna religión, creo que ninguna de ellas es negativa, sino todo lo contrario. Estoy convencido (y la película de Malala me ha ayudado con mi perspectiva del islam) de que todas defienden los mismos valores y principios, desde diferentes puntos de vista y visiones, pero todas respetables. Es muy significativo, en este sentido, que Malala, en su famoso e inspirador discurso ante la ONU, hablara de Mahoma, Buda y Jesucristo, realizando un ejercicio de apertura y tolerancia.

En la película, no sólo es apasionante el retrato de la figura de Malala, sino también el de su padre, gran ejemplo por sus sólidos valores y por su defensa apasionada de la libertad de expresión, algo por lo que también arriesgó su vida. Es absolutamente impresionante y admirable la innegociable lucha por la que han apostado Malala y su padre por los derechos humanos básicos de libertad de expresión, de educación universal y gratuita para todos los niños del mundo, y de enfrentarse sin miedo y a cara descubierta a los talibanes que pretendían eliminar la educación para las mujeres, y asesinar a todo el que se pusiera por delante en sus planes.

Y emociona aún más ver el coste personal que han tenido que sufrir a causa de defendernos a todos (porque no defienden a una niña, o a muchas, sino al ser humano en su globalidad). Malala tiene media cara paralizada y no oye por uno de sus oídos, después del atentado. Su vida normal de niña y adolescente se vio truncada para siempre. Su familia no puede volver a su casa, a su tierra, en Pakistán, porque aún los talibanes tienen la suficiente fuerza para asesinarles, y de hecho mantienen su amenaza de matar a Malala cuando vuelva. Aún así, ni un atisbo de victimismo, de rencor. Ella declara con una firmeza aplastante y sorprendente que ha elegido ser así y hacer lo que hizo. Con todas las consecuencias.

¡Vaya ejemplo para cualquiera de nosotros! Todos deberíamos aprender de ella, de su valentía y de su coherencia inquebrantable. Gracias Malala, por lo que has hecho, y por lo que, estoy seguro, seguirás aportando a la humanidad.

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JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y escritor.

¿Para qué vas a trabajar cada día?

Desde hace años han aparecido muchas teorías sobre cuales son nuestras fuentes de motivación. Desde la famosa pirámide de necesidades de Abraham Maslow hasta las aportaciones de Daniel Pink, defendiendo los tres conceptos de autonomía, capacidad y propósito.

A mí me gusta especialmente la que propone Tony Hsieh, director ejecutivo y principal artífice del crecimiento espectacular de la empresa Zappos. Tony habla de 3 fuentes de felicidad en el trabajo. Mientras las lees, te propongo que simultáneamente te vayas haciendo la siguiente pregunta: ¿Para qué vas a trabajar cada día?, con el fin de definir cual de las tres fuentes de motivación tiene más importancia para ti:

1. Placer.
Hay millones de personas que van a trabajar cada día para conseguir placer. Es decir, para lograr el nivel de vida que desean para sí mismos y para sus familias. Esto incluye estudios, ropa, ocio, diversión, comer en restaurantes, viajar por el mundo. Es decir, la motivación es lo que consigues gracias al dinero que te da tu trabajo. El trabajo es un medio, no un fin en sí mismo para alcanzar la motivación.

2. Pasión.
Hay otras personas que les apasiona su trabajo, y realizarlo es su fuente principal de felicidad laboral. En este caso el trabajo es un fin en sí mismo para lograr la motivación. Tiene que ver con la sensación de que el tiempo vuela cuando estás realizando las tareas propias de tu profesión, o con lo que el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi popularizó como el concepto de flujo en su famoso libro. Es un estado de máxima creatividad y rendimiento, donde te olvidas incluso de ti mismo debido a la pasión que sientes por lo que estás haciendo.

3. Fines elevados. 
Quizá la motivación en tu trabajo provenga de algo más profundo, algo más grande que tú mismo, una causa mayor a la que estés contribuyendo con tu trabajo de cada día. El caso más típico podría ser las profesionales sociales como las ONGs, o trabajos relacionados con la salud como médicos, enfermeras, etc. Pero también puede ser un coach que esté ayudando a sus clientes a despertar y desarrollar las capacidades que llevan dentro, o un abogado que defiende legalmente a sus clientes, o un directivo que desarrolla a sus colaboradores como líderes, para expandir el liderazgo en toda la organización.

En realidad, casi cualquier profesión puede conectar con un fin elevado. Y también diría que casi cualquier profesión puede ser digna de pasión, y por supuesto cualquier trabajo es un medio para alcanzar otras metas como ganar dinero, tener un buen nivel de vida y poder tener momentos de placer y bienestar. Creo sinceramente que cualquier motivación es respetable y lícita. De hecho, muchas personas se sienten motivadas por las 3 fuentes a la vez, unas con mayor fuerza que otras, claro. Es mi caso personal, ya que además de ser un medio para disfrutar de muchas cosas que me gustan (viajar, comer bien, divertirme, etc.) mi trabajo me apasiona y el tiempo se me pasa volando porque disfruto mucho. Pero además siento que a través de mi trabajo diario puedo ayudar a muchas personas a mejorar su vida, a ser más felices, a lograr sus objetivos, a desarrollar todo su potencial. Este es el fin elevado.

La cuestión clave es saber cual de ellas es la más preponderante en este momento de tu vida. Se trata de conectar con el propósito de tu trabajo. No es una pregunta cualquiera la que te propongo. ¿Para qué vas a trabajar cada día? Al fin y al cabo, ¿Cuantas horas pasas en tu trabajo? ¿8, 10, 14 horas diarias? Es mucho tiempo diario como para no saber para qué y por qué empleas ese tiempo de tu vida en ese trabajo. 

Cuando uno se plantea este tipo de preguntas, estamos explorando cual es probablemente mi misión en mi trabajo, y quizá no lleguemos a ninguna conclusión trascendental…o sí. Porque sólo explorando en nuestro interior y realizándonos preguntas poderosas, podemos llegar a conectar con nuestra misión vital, con el sentido de nuestra vida, con nuestro «para qué» en la tierra.

Si finalmente llegas a la conclusión de que no vas a trabajar por un fin elevado, y que lo haces para disfrutar de tu trabajo porque te encanta, pues estupendo. Y si llegas a la conclusión de que trabajas para ganar dinero y para vivir una vida placentera y llena de comodidades, y eso es lo que quieres, pues también estupendo. Lo importante es ser honestos con nosotros mismos, y saber qué nos está movilizando a diario en nuestro trabajo.

Y bien, ¿Has llegado a alguna respuesta? ¿Para qué vas a trabajar cada día? ¿Para lograr placer, para sentir pasión, o para contribuir a un fin elevado? 

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JAVIER CARRIL. Conferenciante, Coach y escritor.

¿Qué te está regalando la vida?


El pasado fin de semana ha sido sencillo y relativamente tranquilo. Sin embargo, he disfrutado de momentos fantásticos con mis hijas. Y digo “disfrutar” porque he sido muy consciente de que los he vivido intensamente, aunque puedan parecer hechos muy normales. He reído a carcajadas con ellas, he tenido alguna conversación maravillosa y sorprendente a las 12 de la noche, y las he visto vivir intensamente, VIVIR con mayúsculas, a cada una con su personalidad y con su edad. En definitiva, he sido actor y espectador de un espectáculo increíble: la vida en su máximo esplendor y esencia.

Y eso me hace reflexionar sobre el enorme regalo que me ofrece la vida a cada minuto. No sólo en mi vida personal sino también a nivel profesional como coach y empresario. ¿Y qué hago yo con este regalo? Pues no siempre lo valoro como se merece, la verdad. Soy humano, y a veces mi ceguera o mis miedos me impiden disfrutar al máximo de dicho regalo. Sin embargo, considero un objetivo diario el hecho de ser muy consciente cada día de lo privilegiado que soy, y doy gracias a menudo por todo lo que la vida me ha ofrecido y sigue ofreciéndome.

Y de nuevo quiero ser muy sincero contigo: mi vida no ha sido ni es de color de rosa en todos los momentos. Como la vida de cualquiera, he tenido y sigo teniendo instantes de sufrimiento, experiencias difíciles y fracasos. Pero eso no cambia ni una coma lo que de verdad siento que es la vida: un auténtico regalo.

Mi pregunta es: ¿Qué te está regalando la vida en este momento? Permítete parar un momento y pensar sobre esta pregunta que todos nos debemos hacer una y otra vez, día tras día.

Y ahí va mi segunda pregunta: ¿Qué estás haciendo tú con ese regalo?

Observa si lo estás apreciando en su justa medida, pregúntate si estás bebiéndote la vida a sorbos con pasión o si por el contrario, estás desperdiciando y menospreciando ese regalo. Quizá te quejas frecuente e injustificadamente de tu situación, tal vez desgastas demasiada energía criticando a otras personas o a ti mismo/a, o probablemente ves demasiado la televisión o te pasas la vida estresado/a trabajando y contestando e-mails a las 11 h. de la noche. Si es así, despierta de una vez y empieza a disfrutar del aquí y ahora. Porque la vida es muy, muy corta. Y sólo existe lo que está sucediendo ahora mismo, en este lugar. Y tú te lo estás perdiendo…y lo peor es que nunca…nunca este momento se volverá a repetir.

¿A qué esperas para salir con ella a escena?

JAVIER CARRIL. Coach, conferenciante y escritor. Visita mi web: http://www.zencoaching.es/
Autor de los libros DesESTRÉSate, Ed. Alienta, 2010…y Zen Coaching, un nuevo método para potenciar tu vida profesional y personal, ed. Díaz de Santos, 2008.

Descubre tus pasiones, no tus habilidades

Hoy de nuevo voy a compartir un error que suelen cometer mis clientes de coaching de forma habitual. Y no sólo mis clientes, es algo que escucho muy a menudo en foros, conferencias y artículos. Es algo ya muy manido, y a pesar de que parece la solución a nuestros problemas, lo que provoca es un bloqueo absoluto. El error del que hablo es centrarnos en descubrir nuestras habilidades y fortalezas.

Sí, seguramente te resulte chocante mi planteamiento. Porque lo has oído miles de veces: descubre tus fortalezas, en lo que eres bueno, tus cualidades. Y ese es el camino para triunfar y alcanzar tus objetivos. Sin embargo, lejos de convertirse en la solución, a la mayoría de la gente la confunde y bloquea aún más, porque no acaban de localizar o detectar realmente sus fortalezas, más allá de lo obvio y conocido de sobra por la persona. Y te preguntan qué pueden hacer para descubrir sus fortalezas.

Lo que yo propongo es mucho más fácil y práctico. Céntrate en lo que te apasiona, en lo que realmente te divierte y te gusta hacer, sea lo que sea, sin limitaciones, aunque sea en un ámbito diferente al trabajo. Párate un momento y piensa qué te apasiona de verdad. Esto es mucho más fácil de identificar para cualquier persona. Y además, es precisamente lo que te apasiona lo que te debe guiar en tu carrera profesional. Porque muchas veces somos muy hábiles para un trabajo que no nos gusta. Entonces, ¿Para qué queremos identificar esa fortaleza? ¿Para seguir amargados?

Por tanto, si te focalizas en tus pasiones, tu energía se enfocará en lo que verdaderamente te apetece y motiva hacer en tu carrera profesional. Y no te preocupes si crees que no tienes las habilidades para desarrollar esa pasión. Olvídate de esas creencias limitantes. Simplemente, guía tus pasos para cumplir ese deseo, para dedicarte profesionalmente a lo que te apasiona. Con el tiempo descubrirás que estás hecho para eso que te apasiona, que eres muy bueno en ese trabajo, que de pronto has descubierto que tenías fortalezas ocultas que jamás te imaginabas que tendrías.

Este es el camino. Te aseguro que lo he comprobado no sólo en mi caso sino en otras muchas personas que se enfocaron en lo que realmente les apetecía hacer, lo que les apasionaba.

Jamás me imaginé que podía crear y dirigir una empresa y llevo 7 años dirigiendo Execoach.Jamás me imaginé que podría tener habilidades para escribir y ya he publicado dos libros. Jamás me imaginé que tenía las cualidades para apoyar a las personas hacia sus objetivos y sueños, y aquí estoy, con 7 años a mis espaldas como coach de cientos de personas y miles de sesiones de coaching.

¿La clave?: hace 8 años empecé a centrarme en lo que deseaba hacer, en lo que me apasionaba. Y me dejé llevar por esa pasión. El resto vino de forma natural, casi mágica.

Ahora, piensa: ¿Cuáles son tus 5 pasiones?

JAVIER CARRIL. Coach, conferenciante y escritor. Visita mi web: http://www.zencoaching.es/
Autor de los libros DesESTRÉSate, Ed. Alienta, 2010…y Zen Coaching, un nuevo método para potenciar tu vida profesional y personal, ed. Díaz de Santos, 2008.